REDACCIÓN ELONCE
Niña de 12 años estudia en la universidad: su historia. Lara Ghione, una adolescente de 12 años de Funes, se convirtió en la primera en acceder a estudios universitarios en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) mientras aún cursaba sexto grado de la escuela primaria. Diagnosticada con Alta Capacidad y TDAH, su historia representa un ejemplo de superación y acompañamiento familiar. Actualmente, estudia una diplomatura en Community Manager a distancia, tras recibir una excepción institucional debido a que la ley argentina exige ser mayor de 18 años y haber finalizado el secundario.
“Pudo demostrar su capacidad”, afirmó su mamá, Yamila, en diálogo con medios locales. La decisión de que Lara mantenga su cursada en primaria, a pesar de su potencial, se tomó para preservar su desarrollo afectivo. “La idea es que no queme etapas y mantenga sus vínculos”, añadió.
Obstáculos en su camino y contención familiar
El recorrido educativo de Lara no estuvo exento de dificultades. A los cuatro meses sufrió desnutrición y en su paso por jardín y primaria enfrentó situaciones de incomprensión institucional. A los cinco años casi fue suspendida por defender a un compañero con TEA, y en 2020 le prohibieron ingresar a clases virtuales por temor a que su conocimiento en herramientas digitales “distrajera” a sus pares.
Tras ser rechazada en seis colegios, encontró en el Colegio Biró de Fisherton un espacio de inclusión, donde pudo destacarse con charlas sobre bullying y cursos de programación en la UTN. “Mis amigos y compañeros me apoyan mucho. Voy a la escuela por ellos”, contó Lara a InfoFunes.
Talento, curiosidad y vida cotidiana
Más allá de sus logros académicos, Lara conserva intereses propios de su edad: practica danza, vóley, escucha K-pop y disfruta del cine nacional. Confesó haber visto 14 veces la película El robo del siglo y admira a actores como Diego Peretti y Adrián Suar. Además, recomienda la lectura de Me llamo Goa, un libro que aborda la adolescencia, etapa que atraviesa con entusiasmo.
Con el apoyo de su padre, matemático, comenzó a interesarse por la educación financiera y ya invierte en bonos. También conserva el humor y la frescura de la infancia, al bromear con su madre sobre recibir regalos por el Día de las Infancias “hasta los 35 años”.
Visibilizar y acompañar talentos
El caso de Lara también visibilizó a su madre, quien fue diagnosticada con Alta Capacidad tras la evaluación de su hija. “Creemos que es clave visibilizar estos logros para que más chicos puedan desarrollar su talento sin límites. Si a tu hija le encanta dibujar o un deporte, acompañemos ese crecimiento”, subrayó Yamila.
La historia de Lara Ghione no solo evidencia la importancia del apoyo familiar y educativo, sino también el valor de reconocer la diversidad de talentos en la niñez.