La jueza federal María Servini de Cubría, decidió avanzar y citar a indagatoria para la semana próxima al padre adoptivo del joven, Clemente Hurban, y al médico Julio Luis Sacher, que figura en el acta de nacimiento falsa.
Pero la acusación que pesa sobre Sacher resta de una prueba clave que se extravió, tal cual se notificó al Juzgado a cargo de Servini de Cubría.
Se trata del certificado de nacimiento, donde se constatan los detalles del nacimiento (sexo, lugar donde ocurrió, hora y filiación del inscrito) y donde se supone Sacher habría estampado su firma, constatando ese acto.
Semanas atrás, tras el hallazgo de Guido Montoya Carlotto a raíz de pruebas genéticas que dieron fe de su vinculación con Estela de Carlotto, el juzgado de Servini de Cubría reactivó la causa que estaba en trámite desde hace varios años.
Una de las medidas de prueba fue la de requerir al registro civil de la ciudad de Olavarría, donde reside Guido, el certificado de nacimiento donde el ginecólogo Sacher habría estampado su firma.
En los últimos días, el Registro Civil de esa Ciudad informó que dicho documento, así como muchos otros, se perdieron en una inundación de consecuencias trágicas que se registró en 1980.
En ese documento público, el cual se demostró se insertaron datos falsos, Sacher habría inscrito el nacimiento con el nombre de Ignacio Hurban, siendo éste en realidad Montoya Carlotto, el nieto 114 recuperado, hijo de desaparecidos durante la última dictadura.
Si bien el nombre de Sacher aparece en el acta de nacimiento, que es un trámite consecuencia del certificado, allí no aparece su firma, por lo que podría debilitarse la acusación que pesa en contra del médico, pudo saber NA.
La acusación sobre el médico y el padre adoptivo de Guido es por falsificación de documento público y por haber insertado allí datos falsos.
Guido Carlotto Montoya nació en el Hospital Militar en 1978 a raíz que sus padres Laura Carlotto y Walmir Montoya fueron tomados prisioneros en el centro clandestino de detención "La Cacha", en La Plata.
El estudio de ADN ordenado por Servini de Cubría determinó a 36 años de su nacimiento su verdadera identidad.
Paralelamente, hay una disputa entre la justicia porteña y La Plata por ver quién se queda con la causa, luego de que en el entorno del joven recuperado mostraran su disconformidad para con la jueza Servini de Cubría.
Las críticas a la jueza surgieron cuando, según la acusación de Abuelas de Plaza de Mayo, filtró el dato del hallazgo y la identidad del joven, y se recrudeció cuando dirigió la investigación en contra de los padres adoptivos de Montoya Carlotto, aunque ello es algo que ocurre en todas las investigaciones de ese tipo.
Se inició un expediente en La Plata a raíz de la denuncia hecha por el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, ante la Unidad especializada en casos de apropiación de niños y niñas durante la última dictadura militar.
Así, los fiscales Hernán Schapiro y Marcelo Molina pidieron al juez federal de La Plata Manuel Blanco que avance en la investigación y a la par que éste le reclame a su colega de la Justicia federal, Servini de Cubría, que se inhiba de seguir a cargo de la causa.
Pero, tras un dictamen del fiscal Carlos Stornelli y luego del fallecimiento del juez Blanco, Servini de Cubría ratificó su competencia y prosiguió con la investigación, incluso con los llamados a indagatoria.
Guido Montoya Carlotto prestó declaración testimonial en La Plata, sin que aún lo haya hecho ante Servini de Cubría, y el juez federal de esa Ciudad Adolfo Ziulu resolvió en las últimas horas que allí es donde debe tramitar la causa.
De esta manera, ahora se prevé que sea la Cámara Federal porteña la que resuelva si es competente Ziulu, de La Plata, o Servini de Cubría.
Ante este nuevo panorama se podrían posponer las indagatorias fijadas por Servini de Cubría y, a la par, también podría cambiar la situación y la dirección de la causa, en caso de que la misma quede finalmente en la capital de la provincia.