REDACCIÓN ELONCE
Este jueves 7 de agosto, la comunidad religiosa de Paraná se reúne una vez más para rendir homenaje a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. La jornada litúrgica comenzó a la medianoche con una misa, y continuará con celebraciones a lo largo del día.
El momento central será la procesión por las calles del barrio San Roque, a las 15.30 horas, seguida por la misa principal. Como cada año, Elonce acompaña esta manifestación de fe y transmitirá en vivo los momentos más importantes de la celebración.
San Cayetano: historia de fe, caridad y reforma
“No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos y no llenos de miedo y falsa vergüenza”. Con estas palabras, San Cayetano de Thiene expresaba el sentido profundo de su vocación religiosa, centrada en el servicio a los más pobres y vulnerables.
Nacido en Vicenza, Italia, en 1480, era hijo del conde Gaspar de Thiene y de María di Porto. Quedó huérfano de padre a los dos años y fue criado junto a sus hermanos por su madre. Se formó en la Universidad de Padua, donde obtuvo títulos en Derecho Civil y Canónico.
En 1506 se trasladó a Roma, donde fue secretario privado del papa Julio II. Luego de su ordenación sacerdotal en 1516, dedicó su vida a la atención de los enfermos y a promover una profunda reforma dentro de la Iglesia Católica, en un tiempo marcado por la corrupción del clero.
Fundador de los teatinos y promotor de obras para los pobres
En Roma, fundó la Cofradía del Amor Divino, y más adelante, en 1524, creó junto a Juan Caraffa (futuro papa Pablo IV) una Orden de Clérigos Regulares, conocidos como teatinos. El objetivo era revivir el espíritu apostólico en la vida eclesiástica. La orden adoptó el voto de pobreza como regla fundamental.
Además de su acción espiritual, San Cayetano promovió iniciativas sociales concretas, como los Montes de Piedad, una forma de asistencia para los pobres que buscaba protegerlos de la usura. Junto a su compañero Juan Marinoni, creó estas instituciones para ofrecer préstamos con interés mínimo.
Tras el saqueo de Roma en 1527, debió refugiarse en Venecia, donde continuó su misión. También pasó por Verona y Nápoles, ciudad en la que impulsó la creación de hospicios y hospitales.
Su legado y canonización
En los últimos años de su vida, San Cayetano se mantuvo firme en su humildad. Gravemente enfermo, rechazó morir en un colchón cómodo. “Mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas”, pidió.
Falleció el 7 de agosto de 1547. Fue canonizado por el papa Clemente X en 1671, tras comprobarse varios milagros atribuidos a su intercesión.
Hoy, su imagen moviliza a miles de fieles en todo el país, que lo invocan por trabajo, pan y esperanza. En Paraná, su figura se resignifica cada año con procesiones, misas y expresiones de fe popular.