La autora de la iniciativa, la diputada María Emma Bargagna (FAP), recuerda que Paraná, capital de la provincia, asiento del gobierno y de los tres poderes del Estado Provincial, fue sede de la 47º reunión de la Cumbre del Mercosur. “Este encuentro de presidentes y funcionarios determinó que se adoptaran una serie de medidas de seguridad. Entre otras, la poda y tala de lapachos de la Avenida Alameda de la Federación”.

La tala de valiosos ejemplares de lapacho rosado a ras de suelo para dotar al lugar del encuentro de “seguridad” por el lapso de pocas horas en el que se desarrolló la reunión “no encuentra justificación”, argumenta la socialista, quien señala que los árboles talados estaban completamente sanos -así lo confirman sus troncos-, y embellecían y daban hermosa sombra a la Avenida Alameda de la Federación.

La poda y talas intempestivas y acaso innecesarias o excesivas -si es que se buscaba “seguridad”- ha sido una medida muy sentida que desagradó y dolió a un amplio número de vecinos. La abogada afirma que “no se comprende tamaña decisión, como no se comprende que no se hayan reemplazado los ejemplares destruidos una vez terminada la reunión”.

Los lapachos de la Avenida son árboles muy preciados que aportan identidad propia al paseo. No hay otra Avenida en esta capital, asiento del gobierno, como la Avenida Alameda de la Federación. Y esa diferencia no la marca tanto su ubicación, sus construcciones, como la belleza de sus árboles.

La legisladora destaca que los lapachos de la Alameda, “además de aportar fresca sombra en verano y belleza cuando florecen, aportan identidad”.

Por eso reclama “reemplazarlos pronto. Hay que devolverle a la Alameda de la Federación su identidad, su frescura y su belleza, fuente de afecto por la ciudad y de inspiración de los artistas más renombrados de Paraná”.

Para la diputada, el gobierno de la provincia, anfitrión de la 47º Reunión del Mercosur, “debería realizar todas las gestiones a su alcance e inclusive donar, si fuera preciso, a la municipalidad de Paraná, los lapachos rosados que reemplacen a los que fueron talados”.

“Sería éste un gesto de humanidad y de buen trato, hacia la ciudad, (asiento del gobierno que decidió ser sede de la reunión que motivó la tala) así como también una actitud reparadora de uno de los daños más sentidos que el importante encuentro de funcionarios y presidentes produjo y dejó como secuela”. (AIM)