La tragedia golpeó de lleno a una familia de Catriel, Río Negro, tras un choque en la Ruta Nacional 22 en el que murieron dos niños de 4 y 6 años, su abuela y su tía. El siniestro ocurrió el viernes 21 de noviembre por la mañana, cuando una camioneta Volkswagen Amarok que circulaba a gran velocidad embistió la Ford Ecosport en la que viajaban.
Según la investigación, la camioneta, conducida por Axel Araneda, se desplazaba a 170 km/h y sin patente. La violencia del impacto arrastró el vehículo más de 30 metros y provocó que se incendiara de inmediato. Liliana Cocuzza de 60 años y su hija Carina Gutiérrez Cocuzza de 32, murieron en el acto. Los dos pequeños fallecieron por inhalación de hollín. Solo sobrevivió Justo Pastor Gutiérrez, esposo de Liliana y abuelo de los niños.
En Catriel, José Luis Gutiérrez de 29 años, padre de los niños y hermano de Carina, recibió la noticia mientras esperaba el nacimiento de su tercer hijo. Su esposa estaba a punto de dar a luz, por lo que los niños habían viajado con sus abuelos y su tía a Las Grutas para pasar el fin de semana largo. “Mi hijo siempre fue fanático del mar. Íbamos todos los años a Las Grutas… Ella tenía un don para los niños, era un amor”, recordó José en diálogo con Clarín.
Liliana, médica muy querida en Catriel, planeaba comprar un auto nuevo junto a su esposo e iba a entregarle la Ecosport a José y su familia. La tragedia truncó esos planes. Él aún repasa cada detalle previo al siniestro. “Yo puse el equipaje arriba... Le dije que no hacía falta la linga si iban despacio. Lamentablemente se voló ese equipaje y tuvieron que parar ahí, donde no hay banquina”, lamentó. Según relató, Justo “puso baliza y hacía señales a los autos” para advertirles.
Los testimonios indican que varios vehículos redujeron la velocidad, pero no ocurrió lo mismo con la Amarok. José sintetizó su dolor con una frase que sostiene en medio del duelo: “Lamentablemente perdí a mi madre, a mi hermana y a mis dos hijos, pero Dios me mandó a mi hijo para tener un propósito”.
El martes, en medio del dolor más profundo, José se convirtió en padre nuevamente. Dice que su fortaleza se enfoca en acompañar a su padre Justo, todavía afectado por el shock, y a su esposa, que recupera energías tras el parto. La familia intenta recuperar recuerdos materiales: en una valija de Carina había una computadora con fotos y documentos que esperan hallar intacta.
La historia familiar de los Gutiérrez Cocuzza está marcada por la unión y la resiliencia. Liliana y Justo se conocieron hace más de 30 años. Perdieron tres embarazos antes de adoptar a Carina, y luego nació José, tras un parto complicado. “Casi me pierden porque nací casi muerto”, recordó.
El domingo, los cuatro fallecidos fueron velados en Catriel, donde las redes se colmaron de mensajes en homenaje a Liliana, destacada como una “mujer luchadora” que dedicó su vida al servicio. Entre los mensajes, el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck expresó: “Su compromiso con la salud pública y el cariño con el que trabajó siempre quedarán como parte de su legado”.
Avances judiciales
El domingo se realizó la audiencia de formulación de cargos contra Axel Araneda. La jueza de garantías dispuso prisión preventiva hasta marzo de 2026, mientras avanza la investigación penal. El Ministerio Público Fiscal indicó que Araneda conducía con un nivel de alcohol estimado entre 0,78 y 1,09 g/l, a 170 km/h, bajo efectos de drogas y utilizando el celular. Minutos antes del choque, incluso habría grabado imágenes conduciendo.
Araneda, vendedor de autos según declaró, estaba en libertad condicional tras cumplir la mayor parte de una pena de cinco años por narcotráfico. Su defensa sostuvo que la responsabilidad del siniestro recae en Justo, por detener la Ecosport sobre el carril izquierdo.
José y su padre encabezan el reclamo de justicia en Catriel. Esperan que, una vez concluida la investigación, la pena sea ejemplar. Mientras tanto, sostienen su lucha aferrados al recién nacido, a quien José define como su fuerza en medio de la devastación. (Clarín)