Javier Milei decidió que la crisis y las internas al interior de su Gobierno se resuelven ampliando el esquema decisorio con una nueva mesa política.
Tras la derrota en las elecciones bonaerenses, el Presidente determinó el armado de una mesa política nacional integrada por otros seis altísimos integrantes del oficialismo libertario. Se trata de una reedición de mesas anteriores que, según importantes actores del Gobierno, funcionan como mecanismos transitorios y de efectividad limitada.
La primera edición de la flamante mesa comenzó este martes por la mañana y duró dos horas, finalizando a las 11:30. Estuvieron presentes los siete integrantes: Javier Milei, la secretaria general de la presidencia Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el asesor presidencial, Santiago Caputo; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el secretario de Comunicación y Medios, Manuel Adorni.
“No vamos a revelar lo que se converse acá. Son las primeras reuniones que vamos a mantener”, confesó un importante integrante del Gobierno al salir del encuentro.
Coordinación interna y diferencias en el Gobierno
Las diferentes tribus de la cúpula estuvieron representadas bajo un espacio de coordinación amparado por Milei, quien busca detener la sangría interna marcada por fuertes diferencias sobre la estrategia política de la Casa Rosada. El conflicto se centra entre el karinismo y el sector vinculado a Caputo, dos de los tres vértices del triángulo de hierro que Milei había bautizado como el esquema clave del funcionamiento político de su gestión.
“Es la señal que esperaban los mercados”, dijo irónicamente una voz de uno de los sectores, relativizando el impacto de la nueva mesa. Hasta hace pocas semanas, el Gobierno contaba con una instancia similar, llamada informalmente “mesa política” o “mesa chica”, integrada por Karina, Caputo, Francos, Adorni, Lisandro Catalán y Eduardo “Lule” Menem.
El esquema de la nueva mesa es prácticamente idéntico en cuanto a los grupos libertarios incluidos. Incluso, Milei había armado una mesa con los mismos integrantes el año pasado, que solo duró un mes y medio. La cúpula pretende que estos encuentros más reducidos funcionen como antesala de las reuniones de Gabinete, que justamente se reunirán mañana.
Reacciones tras la derrota y decisiones presidenciales
La decisión de crear la nueva mesa la tomó el Presidente tras varias reuniones el lunes, luego de la derrota en Buenos Aires. Milei encabezó dos encuentros en Casa Rosada: uno más político por la mañana y otro más económico por la tarde. No se registraron mayores definiciones, más allá del anuncio de la nueva mesa política nacional, una mesa de diálogo federal con gobernadores y otra de coordinación de la campaña bonaerense.
“Extremadamente albertista”, se quejaba un libertario, criticando que las medidas no resuelven las internas estructurales del Gobierno. Desde el caputismo alegan que la forma de los Menem no responde a las necesidades del oficialismo actual, al quebrar vínculos con gobernadores y contener dirigentes alejados del ideario libertario. El otro sector busca no confrontar directamente y considera que el resultado en la Provincia puede corregirse de cara a octubre.
En paralelo, las Fuerzas del Cielo muestran señales contradictorias sobre la estrategia política. Por un lado, creen que el Gobierno debe retomar lazos con la oposición para impulsar reformas nacionales; por otro, mantienen un discurso confrontativo en redes, que incluso derivó en un careo con Francos por tuits dirigidos al senador Luis Juez.
Estructura del Gobierno y continuidad de funcionarios
En medio de la vorágine, el Gobierno no prevé cambios profundos en su estructura: ni el gabinete de ministros, ni el equipo político, ni el comando proselitista sufrirán modificaciones inmediatas. Martín Menem seguirá al frente de la Cámara de Diputados hasta diciembre, y Eduardo “Lule” Menem continuará como subsecretario y asesor de Karina Milei. Sebastián Pareja mantendrá su rol como coordinador electoral bonaerense, pese a las críticas del caputismo.
El comando bonaerense, hasta el domingo integrado por Karina Milei, Lule Menem, Pareja y Caputo, sumó recientemente al jefe del PRO bonaerense, Cristian Ritondo. Se reunirá este martes a las 14 en el Salón Norte de Casa Rosada, con la mayoría de los integrantes previos, excepto “Lule”. También participarán los candidatos José Luis Espert y Diego Santilli; los legisladores electos Maximiliano Bondarenko y Diego Valenzuela; y el intendente Ramón Lanús, quien logró un amplio triunfo en San Isidro.
La ratificación de Pareja se produce pese a los pedidos de sectores identificados como Las Fuerzas del Cielo, que lo responsabilizan por la derrota. En el entorno de Karina Milei confirmaron que continuará, aunque no necesariamente como líder de la estrategia, y allegados al propio Pareja aseguraron a Infobae que se mantiene en el cargo.
Gobernadores y desconfianza hacia el Gobierno
La convocatoria de Milei a una mesa de diálogo fue recibida con escepticismo por la mayoría de los gobernadores, que consideran que no existen incentivos reales para sumarse. La desconfianza se profundizó tras la derrota en Buenos Aires, y los mandatarios agrupados en Provincias Unidas organizarán una demostración de fuerza política.
El encuentro será este viernes en la Sociedad Rural de Río Cuarto, Córdoba, con la presencia de Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz). No se descarta la participación de otros gobernadores.
La falta de respuestas a reclamos históricos y promesas incumplidas por parte del Ejecutivo erosionó la confianza provincial. Gustavo Sáenz, gobernador de Salta, expresó su malestar: “No son leones, son palomas de iglesia, porque cagan a los fieles. A mí me cagaron con obras y me cagaron en lo electoral, con candidatos que me destrozan”.