Pasaron más de diez días desde el accidente con las TC Pick Up en La Plata y recién ahora Agustín Martínez comienza a recuperar la normalidad en su vida cotidiana. El piloto entrerriano fue quien se llevó la peor parte de aquel violento incidente.
“Hay que estar al cien por cien para volver al auto”, remarcó el hijo de Omar Martínez, mientras continúa su recuperación. Si bien ya transita los días con mayor calma, aún arrastra una contractura importante en el cuello y los hombros.
“Tengo los ojos rojos, que con el paso del tiempo se irá reabsorbiendo”, explicó. Además, contó que recién en las últimas noches logró dormir bien: “Recién hace dos días estoy durmiendo bien”, señaló. Hasta ese momento, debía buscar una posición elevada para poder descansar: “Antes lo hacía a 45 grados, porque me dolía la cabeza”.
Recuerdos nítidos de un impacto violento
El recuerdo del accidente permanece vívido en su memoria. En diálogo con Campeones, Martínez relató con detalle lo que vivió dentro del habitáculo al momento del vuelco. “Íbamos por la recta, siento un toque y automáticamente se puso de costado. Cuando vi que agarró vuelo puse los brazos en cruz esperando un vuelco, pero no de esa forma. No había tomado dimensión de la velocidad a la que íbamos; el primer tumbo fue tranqui pero después agarró envión”.
Incluso durante los segundos del accidente, su percepción era clara. “Mientras iba dando vueltas sentía cómo los ojos se iban inflamando porque no veía”, recordó. Al detenerse, lo primero que hizo fue un chequeo físico personal: “Respiré, asimilando todo, viendo si no me había golpeado con algo”.
También hubo tiempo para revisar los daños materiales. “De la estructura se dobló un caño del lado del copiloto, que debió pegar con alguna rueda o algún elemento del auto. El motor quedó intacto, las llantas sí se rompieron las cuatro pero los discos ‘safaron’ todos. Los cintos y la butaca bien”, detalló.