El nuevo informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó que la demanda de dólares se disparó desde la quita del cepo cambiario, registrando un volumen sin precedentes en los primeros meses de 2025.
Según el organismo, los argentinos compraron u$s22.301 millones desde la flexibilización de las restricciones. Al descontar las ventas del público, la cifra neta quedó en torno a u$s19.600 millones.
Si a este total se agregan las operaciones del sector empresarial, el monto supera los u$s29.000 millones, en un contexto marcado por la volatilidad electoral, la desregulación del mercado de cambios y la continua búsqueda de cobertura en moneda extranjera.
Durante octubre, la compra de divisas por parte de individuos volvió a ser el principal canal de salida. Sólo ese mes, las adquisiciones sumaron u$s4.669 millones, consolidando el proceso de dolarización minorista iniciado tras el levantamiento parcial del cepo.
“Dólar ahorro”: el motor de la dolarización
La Formación de Activos Externos (FAE), conocida popularmente como “dólar ahorro”, fue nuevamente el mayor impulso del mercado. El análisis del comportamiento de las “personas humanas” mostró que la compra neta de divisas con fines no específicos alcanzó u$s5.598 millones, la tercera cifra más elevada desde abril, solo superada por los picos de septiembre y julio.
Las compras crecieron de manera sostenida:
-abril: u$s2.048 millones
-mayo: u$s2.262 millones
-junio: u$s2.416 millones
-julio: u$s3.408 millones
-agosto: u$s2.422 millones
-septiembre: u$s5.080 millones (máximo desde 2018)
En octubre, 1,6 millones de personas adquirieron dólares, mientras que 784.000 los vendieron, lo que generó un flujo neto de u$s473 millones. El BCRA remarcó que gran parte de los billetes se mantiene en cuentas locales o se utiliza para cancelar consumos en el exterior.
Impacto en el sector privado y en la balanza cambiaria
La demanda récord de divisas provocó que el sector privado no financiero cerrara octubre con un déficit de u$s2.058 millones. Los egresos por transferencias sin fines específicos alcanzaron u$s1.377 millones, compensados parcialmente por ingresos provenientes de inversiones de no residentes y operaciones corporativas.
El informe también destacó:
-Ingresos netos del segmento “inversores institucionales y otros”: u$s1.909 millones.
-Aporte del complejo agroexportador “oleaginosas y cereales”: u$s316 millones, producto de la liquidación comercial.
En tanto, la cuenta corriente registró un rojo de u$s2.599 millones, el mayor desde noviembre de 2017. La caída más pronunciada se dio en el comercio de bienes: con importaciones por u$s6.067 millones y exportaciones por u$s5.389 millones, el balance dejó un déficit de u$s677 millones.
Reservas en retroceso y presión cambiaria
Las reservas internacionales cerraron octubre en u$s39.382 millones, una caída mensual de u$s992 millones. El descenso se explicó principalmente por las ventas del Tesoro Nacional —que afrontó pagos por u$s2.060 millones—, cancelaciones de deuda y operaciones del Sistema de Pagos en Moneda Local. El retroceso fue compensado parcialmente por el aumento en moneda extranjera de entidades financieras.
El volumen total operado en el mercado de cambios trepó a u$s41.311 millones, un 76% más que en el mismo mes del año anterior. Según el BCRA, el 68% de las operaciones se realizó entre bancos y sus clientes, lo que confirma la centralidad de la dolarización minorista durante el mes electoral.
El fin de las retenciones cero y la dinámica comercial
El déficit histórico también respondió al final del régimen de retenciones cero aplicado en septiembre. En apenas tres días, el cupo de u$s7.000 millones destinado al complejo agroexportador fue ejecutado, generando un superávit excepcional ese mes, pero dejando un vacío de oferta de divisas en octubre.
El economista Pablo Moldovan explicó que “el agro adelantó la liquidación en septiembre y esos dólares dejaron de estar en el mercado en el último bimestre”. A su vez, recordó que el sector sigue arrastrando un nivel elevado de deuda comercial.
Para Guido Zack, director de Economía en Fundar, la normalización de la balanza “llevará tiempo”, aunque destacó señales positivas en la cosecha de trigo: “Los primeros efectos se empiezan a sentir en diciembre, un mes de alta demanda de pesos, lo cual podría calmar el mercado”. (Con información de Ámbito)