La Virgen llegó al Santuario La Loma este sábado por la tarde, acompañada por miles de caminantes que completaron los 90 kilómetros desde Hasenkamp hasta Paraná. Conmovidos y entre rezos, los fieles celebraron la 43ª Peregrinación de los Pueblos, una de las manifestaciones religiosas más emblemáticas de Entre Ríos. La columna arribó a la Santa Casa bajo el lema “Con María, peregrinos de esperanza”, para participar de la Santa Misa presidida por el Arzobispo Raúl Martín.

Desde las 14 horas, los peregrinos pasaron por Colonia Avellaneda y San Benito, y poco después de las 17:50 comenzaron a llegar los primeros grupos al santuario. Este año, la llegada presentó modificaciones en el trayecto final debido a obras en el Parque Industrial: en lugar de ingresar al predio, continuaron por Almafuerte, Caputo y Miguel David, hasta cruzar avenida de las Américas y llegar al destino.

Elonce realizó una transmisión en vivo a lo largo de todo el recorrido, mostrando imágenes impactantes de la fe popular en movimiento, con testimonios cargados de emoción y esperanza.

Frío, lluvia y fe: nada detuvo la marcha

Durante la madrugada del sábado, el clima puso a prueba a los caminantes con 15 grados y lloviznas intermitentes. Muchos debieron improvisar descansos y buscar abrigo. A pesar de ello, nadie se rindió. “Nada detuvo la peregrinación porque la fe mueve montañas”, afirmaron los cronistas de Elonce, mientras acompañaban a la columna desde la Ruta 12.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando algunos peregrinos, afectados por el frío, optaron por subir a los colectivos de apoyo en El Palenque, aunque lo vivieron como una pausa necesaria. “El descanso sirvió para reponer fuerzas. Ahora seguimos con alegría y gratitud”, expresaron al retomar la caminata en La Picada.

La fe, el canto y la esperanza se convirtieron en las herramientas esenciales para superar el cansancio y el dolor físico. “Es una fe continua, no solo en el día de hoy, sino también ayer. Esto se manifiesta cada día más y más”, comentó un hombre que participaba junto a su esposa e hijo, con quienes “compartimos la fe”.

Testimonios que conmueven y una llegada histórica

A lo largo del recorrido, Elonce recogió frases que reflejan el espíritu de esta manifestación espiritual. “Hay que renovar energías y seguir”, sostuvo un peregrino con la voz entrecortada. Otro expresó: “La Mater es esperanza. Queremos darle las gracias por lo que tenemos”.

Un participante que realizaba por primera vez la travesía confesó: “Al principio no daba más, pero a lo último es un alivio, una paz y una tranquilidad”. Una joven, rodeada de amigas y hermanas, lanzó un mensaje directo: “Anímense que es algo lindo”.

La llegada al Santuario La Loma estaba prevista entre las 17.00 y las 17.30, pero el ritmo sostenido permitió que muchos llegaran minutos más tarde. “Vienen a paso firme. Tengo fe en que llegan antes”, aseguró uno de los comunicadores que sigue cada año esta manifestación de fe que moviliza a toda la provincia.

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