La campaña de Navidad dejó un balance negativo para el sector del juguete en la Argentina. De acuerdo con datos difundidos por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), las ventas en unidades registraron una caída del 6,9% en comparación con el año anterior, reflejando un escenario de consumo más contenido y decisiones de compra atravesadas por la cautela.
En un contexto de restricciones presupuestarias en los hogares, el mercado mostró cambios claros en los hábitos de los consumidores y en la composición de la oferta.
Desde la entidad explicaron que, si bien durante diciembre se observó una leve aceleración en el ritmo comercial respecto de noviembre, ese repunte no fue suficiente para revertir el impacto de meses previos con fuertes retrocesos, ni compensar la baja que ya se había evidenciado en fechas clave como el Día del Niño.
En ese marco, el sector deposita parte de sus expectativas en la celebración de Reyes Magos, que históricamente suele generar un último empujón a las ventas.
Por qué cayó el consumo en Navidad
Uno de los datos más relevantes que dejó la campaña es el predominio de los productos importados, que actualmente representan cerca del 70% tanto de la oferta como de las ventas totales del mercado local. Según explicó el presidente de la CAIJ, Matías Furió, este fenómeno convive con un consumidor mucho más racional, que compara precios, busca promociones y prioriza el valor funcional del juguete por sobre la marca o la licencia.
Las estrategias comerciales resultaron determinantes para sostener parte de la actividad. Descuentos, ofertas puntuales y opciones de financiamiento fueron claves, especialmente en las compras de último momento. La baja de las tasas de interés permitió una mayor disponibilidad de cuotas sin interés, lo que impulsó el uso de medios electrónicos. De hecho, cerca del 95% de las transacciones se realizaron con tarjetas, billeteras virtuales u otros sistemas digitales, mientras que el uso de efectivo fue prácticamente marginal.
En cuanto a los canales de venta, el comercio online mantuvo un volumen estable y representó alrededor del 25% del mercado, sin mostrar crecimiento interanual. No obstante, la expansión de plataformas internacionales como Temu y Amazon comenzó a restarle dinamismo a los operadores locales. El canal físico tradicional, en cambio, sufrió una caída cercana al 10%, lo que terminó de inclinar el resultado global hacia el terreno negativo.
De cuánto fue el ticket promedio en estas Fiestas
El ticket promedio mostró diferencias significativas según el punto de venta. En jugueterías de barrio rondó los 19.000 pesos por unidad, en supermercados se ubicó cerca de los 10.000 pesos y en cadenas especializadas alcanzó aproximadamente los 45.000 pesos. Esta dispersión confirma una preferencia marcada por productos de bajo y mediano precio, que lideraron el volumen de ventas en un mercado en retracción.
Dentro de ese escenario, el juguete de producción nacional tuvo un desempeño relativamente positivo, sostenido por precios más estables y una relación costo-calidad alineada con el poder adquisitivo de las familias. En contraste, muchos productos importados registraron sobreoferta y valores inconsistentes, con grandes diferencias de precio para un mismo artículo, lo que generó confusión y desconfianza entre los compradores.
Entre las categorías más demandadas se destacaron los juguetes didácticos para la primera infancia, los artículos para el aire libre, los juegos de mesa familiares, los sets creativos y de manualidades, así como muñecas y peluches interactivos. Por el contrario, los productos premium y aquellos ligados a grandes licencias internacionales mostraron baja rotación en el mercado local y mayor salida a través de plataformas del exterior, un factor que profundizó las dificultades del comercio argentino del sector.