El responsable de Proyecto SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, Pablo Fontanini, brindó a Elonce un repaso de la incidencia de las precipitaciones que se dieron durante el verano en los cultivos, en el marco del fenómeno climatológico denominado El Niño.
“En noviembre hubo un plus en las precipitaciones, el mayor incremento se dio en diciembre y en enero, las lluvias fueron inferiores a lo esperado; en febrero, a partir de la segunda quincena del mes, se dio un reacomodamiento de las lluvias hacia una situación normal o de posibles excesos”, explicó el ingeniero agrónomo.
En ese sentido, remarcó que “el efecto de El Niño no ha sido homogéneo en la provincia, ni en todos los meses; si es posible que hacia el centro norte se hayan dado los mayores incrementos de las precipitaciones, mientras que, en Paraná, Diamante, Nogoyá y parte de Victoria, hayan sido más deficitarias en noviembre”.
De acuerdo a las proyecciones, el especialista indicó que “marzo y abril son meses en los que la estadística marca que en promedio en la región deberían recibirse más de 100mm y eso es bueno porque ya es humedad que se almacena para las futuras siembras de cultivos invernales donde la mayor superficie es alcanzada por el trigo”.
De igual manera aclaró que “estas lluvias en estos momentos pueden demorar la cosecha de maíz”. “Ya hay un avance del 24% que equivalen a 100.000 hectáreas cosechadas sobre un área de 417.000 hectáreas sembradas, con rendimientos de entre 5.000 hasta 10.000 kilos en algunos sitios; la media oscilará entre los 7.000 y 7.500 kilos por hectárea, que comparado con el promedio de los últimos cinco o diez años, es bueno, superior a la media y acorde a lo que debería ser el rendimiento de un cultivo como el maíz en un año Niño”, especificó.
“El campo ha perdido más por la falta de lluvias que se dio en los primeros días de febrero, cuando se dio la ola de calor con máximas que rondaron los 40ºC y mínimas de 25, que no le dieron amplitud térmica al cultivo; esa situación impactó en la soja de segunda ya que en el perfil faltaba el agua que había consumido el trigo”, remarcó Fontanini. (Elonce)