Docentes, sobornos y favores sexuales en universidad de Tucumán. Una denuncia anónima destapó un escándalo académico sin precedentes en la Escuela de Enfermería de Aguilares, perteneciente a la Universidad Nacional de Tucumán.
La causa, iniciada por la Fiscalía Federal N°2 de Tucumán, investiga a un grupo de docentes que habrían aprobado materias a cambio de sobornos, regalos e incluso favores sexuales. El caso involucra al profesor Ricardo Palavecino y a la exalumna Paola Villagra, quien admitió haber actuado como intermediaria en las transacciones.
El expediente judicial se inició en noviembre de 2024 por impulso del fiscal Agustín Chit, tras recibir una denuncia anónima que alertaba sobre un circuito de corrupción dentro de la institución. La investigación ganó impulso cuando el licenciado Luis Ángel Solorzano, profesor de la cátedra Practicantado en Enfermería II, presentó pruebas de irregularidades detectadas en los exámenes de diciembre de 2023.
Denuncia, audios y chats comprometedores
Durante su licencia médica, Solorzano fue reemplazado por Palavecino, quien quedó a cargo de los parciales. Al reincorporarse, el profesor notó que las calificaciones oficiales no coincidían con las evaluaciones reales. Esta observación motivó la presentación de un pendrive, supuestamente entregado de forma anónima, que contenía audios, capturas de pantalla de chats de WhatsApp y comprobantes de transferencias de dinero realizadas a través de billeteras virtuales.
El material recolectado no solo apuntaba directamente a Palavecino, sino que también involucraba a Paola Villagra, quien se desempeñaba en el centro de estudiantes y ya había recibido su título de enfermera. En diálogo con TN, Villagra confesó: “Yo era quien actuaba por pedido de Palavecino. Hay varios alumnos que pagaban para obtener sus notas, y yo era quien cobraba. Llegué a recibir 60, 70 mil pesos, obsequios, perfumes”.
La joven reconoció haber sido el nexo entre los alumnos y el docente, cobrando dinero en efectivo o mediante transferencias. En algunos casos, reveló, se exigían favores sexuales. “Las escuchas son muy explícitas: es su voz la que nombra a tal o cual estudiante”, declaró. Aseguró, sin embargo, que no presenció personalmente esos intercambios.
"Si no es sexo, es plata"
Una de las frases más impactantes del expediente fue extraída de un mensaje de voz de Villagra: “Los docentes cobran; si no es sexo, es plata”. En otro fragmento, se escucha: “Aquí, el que no te cobra la nota, te c…”. Según su testimonio, Palavecino habría mantenido relaciones sexuales con alumnos y alumnas a cambio de aprobar materias, y existían fotos explícitas como supuesta evidencia.
Villagra explicó que su participación se vio motivada por una promesa laboral. “Yo tengo otra causa y creía que no iba a poder ejercer mi profesión, y él me decía que iba a ayudarme en el trabajo. Hasta que se nos fue de las manos”, relató. También afirmó que algunos estudiantes comenzaron a quejarse porque el docente “les pedía más plata, aunque ya habían pagado”.
Entre los casos señalados, se destaca el de la alumna Cintya Lugones, quien habría pagado $30.000 para obtener la regularidad en una materia.
Procesamientos y silencio institucional
El fiscal Agustín Chit pidió el procesamiento de Ricardo Palavecino por los delitos de cohecho y falsificación ideológica. También solicitó procesar a Paola Villagra como partícipe en cohecho pasivo, y a Cintya Lugones como coautora de cohecho activo.
Hasta el momento, la Universidad Nacional de Tucumán no emitió una declaración oficial. Sin embargo, el decano de la Facultad de Medicina confirmó que se inició un sumario administrativo y se tomarán “medidas ejemplares”. El caso generó conmoción dentro de la comunidad universitaria tucumana y podría derivar en más imputaciones.