Investigadores de la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, dicen haber encontrado evidencia suficiente para concluir que las galletitas Oreo son igual de adictivas que la cocaína y la morfina.

El neurocientífico Jamie Honohan encargó un estudio para averiguar el impacto del alto contenido en azúcar y grasa en el producto. Así, los estudiantes universitarios estudiaron la galletita favorita de los norteamericanos.

Y al igual que la mayoría de los seres humanos, las ratas van por el relleno. Así las ratas formaron una asociación igualmente fuerte entre los efectos placenteros de Oreos como los efectos de la cocaína o la morfina.

También encontraron que comer galletitas activa más neuronas en el "centro del placer" del cerebro que la exposición a las drogas como estas. "Nuestra investigación apoya la teoría de que los alimentos altos en grasa y alta en azúcar estimulan el cerebro de la misma manera que las drogas", dijo Schroeder.

"Esto puede explicar por qué algunas personas no pueden resistirse a estos alimentos a pesar de que saben que son malas para ellos", concluyó. Para medirlo, utilizaron un laberinto. En un lado las ratas, en el otro, galletitas Oreo y galletas de arroz.

Obviamente llegan antes a las Oreo, y las abren y comen el relleno. Se compararon los resultados de la prueba de Oreo y galletas de arroz con los resultados de las ratas que recibieron una inyección de cocaína o la morfina en un lado del laberinto y una inyección de solución salina en el otro.

La investigación demostró que las ratas condicionadas con Oreos pasan tanto tiempo en el lado de "droga" del laberinto como las ratas condicionadas a la cocaína o la morfina.