El Hogar de Cristo, ubicado en calle 25 de Junio 876 de Paraná, lanzó una nueva campaña solidaria para reunir ropa de abrigo, alimentos y artículos de higiene destinados a personas en situación de calle. La iniciativa es impulsada por los propios integrantes del hogar, muchos de los cuales encontraron allí un espacio de contención, apoyo espiritual y reconstrucción personal.
“Llegué hace siete años en situación de calle y me dieron una mano. Hoy lo que me dieron a mí, yo se lo doy a otros”, expresó Miguel Ángel, uno de los residentes que ahora colabora con quienes se acercan al lugar buscando ayuda.
Originario de Misiones, Miguel recordó que al llegar a Paraná no tenía familia ni amigos. “Me quedé solo, sin nadie. Alguien me recomendó este lugar, y gracias a Dios sigo acá. Es mi casa”, relató a Elonce.
El Hogar de Cristo brinda desayuno, almuerzo, duchas, talleres y asistencia psicológica. Su objetivo es acompañar y contener a jóvenes y adultos en situación de consumo problemático, abandono o extrema vulnerabilidad.
“Tratamos de integrar a la juventud, darles tiempo, ocupación, talleres, psicólogos... todo ayuda. Es contención lo que se da acá”, contó uno de los colaboradores.
Reinaldo, por su parte, recordó su difícil pasado: “Yo andaba borracho, lastimado, en la calle. Este lugar me abrazó y me dio contención. Ahora ayudamos a otros como nos ayudaron a nosotros. Hay muchos chicos rotos, mucha gente grande también. Somos cerca de 70 personas”.
Además de contención emocional y espiritual, el Hogar también promueve la autosustentabilidad con una huerta comunitaria, donde cultivan alimentos para quienes asisten al lugar.
“Recibir la vida como viene”
Claudio, otro de los presentes, relató que llegó al hogar tras atravesar una crisis personal: “No fue por adicciones, pero llegué roto. Acá tenemos un lema: recibir la vida como viene. Esta es mi segunda casa. Me ayudaron con psicólogos, compañeros, un abrazo, una charla”.
Desde el hogar destacan el valor del acompañamiento mutuo. “Nos organizamos para sacar turnos médicos, ir al juzgado con un compañero, estar para el otro. Es un núcleo de contención”, señaló.
Brian Cepeda, joven oriundo de Sauce de Luna, compartió su experiencia más reciente: “Mi familia me maltrataba, me pegaron. En el refugio me entrevistaron y me llevaron al Hogar. Me gustó y me está ayudando muchísimo. Mi vida está cambiando”.
Cómo colaborar
Desde el Hogar de Cristo piden especialmente ropa de abrigo para niños y adultos, ante la llegada del invierno, así como alimentos no perecederos y productos de higiene personal.
Las donaciones se reciben en la sede de calle 25 de Junio 876, los lunes, miércoles y viernes de 9 a 15. “Todo lo que la gente pueda dar será bienvenido. Así nosotros también podemos ayudar a quienes hoy no tienen nada”, expresaron.