Estos son dos de los 34 establecimientos seleccionados para sumarse en 2014 a este proyecto de inclusión, iniciado a fines del 2011 y que tiene como principal objetivo revertir los índices de repitencia, fracaso y abandono escolar.

De este modo ya son 47 las escuelas primarias de la provincia que incorporan talleres en contraturno bajo la modalidad Nina, llamada así en homenaje a Nélida Landreani, destacada pedagoga de la provincia que trabajó incansablemente desde la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) para las escuelas de zonas vulnerables de la provincia.

Trabajo inclusivo

Cabe destacar que desde inicios de este año, un equipo técnico del CGE, recorre la provincia realizando un relevamiento de necesidades de las escuelas seleccionadas para unirse a la modalidad en base a criterios definidos en torno al albergue mayoritario de alumnos de zonas vulnerables, indicadores de matrícula, población, cantidad de escuelas existentes en el departamento, índices de repetición, Asignación Universal por Hijo, cantidad de alumnos que asisten al comedor escolar, situación laboral de las familias y aspectos socio-económicos de la localidad y el barrio.

La extensión de la jornada escolar

En entre Ríos, además de las 47 escuelas primarias con la modalidad de doble jornada, existen 86 escuelas con extensión del horario de clase bajo las modalidades jornada extendida, jornada completa y jornada completa con anexo albergue, que desde el 2011 comparten los dispositivos de capacitación con directivos y docentes de las escuelas Nina para mejorar las dimensiones pedagógicas de la enseñanza

El proyecto provincial “Escuelas Nina”

Las escuelas Nina plantean un cambio en los tiempos escolares, implementando la doble jornada con la integración de talleres a contraturno que cumplen la función de brindar nuevas oportunidades de aprendizajes a los niños de las zonas más vulnerables, con el objetivo de revertir los índices de repitencia, abandono y fracaso escolar.

Desde diciembre de 2011 y en un corto lapso de tiempo, desde el CGE se tomaron determinaciones fundamentales para su implementación como la aprobación de las normativas que rigen la nueva modalidad (Resolución 300/12 CGE) las orientaciones pedagógicas (Resolución 355/12 CGE), el otorgamiento de cargos y horas para docentes y talleristas, el nombramiento y jerarquización de maestros auxiliares, y el otorgamiento de horas de idioma extranjero.

En la primera etapa se puso de manifiesto un aumento en la autoestima de los niños, quienes mejoraron su expresión y la relación con su entorno social, generando que las escuelas estrecharan los vínculos con las familias desde la confianza y el afecto. Además desde los espacios curriculares y los talleres se desarrollan capacidades instrumentales y contenidos culturales.

Los talleres específicos permitieron la expansión y apertura cultural, la danza, la expresión corporal, la música, se transformaron en fortalezas del desarrollo de la educación integral y lograron una activa participación de los niños. A través del taller denominado “acompañamiento al estudio” se han complementado en las escuelas iniciativas novedosas y alternativas como proyectos de radio, teatro, escritura y reescritura del relato como procesos cognitivos y lingüísticos y el desarrollo de valores de cooperación, respeto, tolerancia y compañerismo.