REDACCIÓN ELONCE
Matías Restrepo es colombiano y desde mediados de 2022 recorre Sudamérica en bicicleta. Durante su paso por Paraná, relató a Elonce que la travesía comenzó en Cuzco, Perú, luego de una etapa como mochilero y tras atravesar una separación personal. Todo cambió cuando vio una publicación que decía: “Vendo bicicleta por motivo de viaje”. En ese momento, decidió convertir el dolor en una experiencia transformadora.
El viajero recordó que primero había quedado varado en Perú durante la pandemia. Después, la ruptura con su esposa lo impulsó a seguir el camino sobre dos ruedas como parte de una terapia personal. “Esta es la mía”, pensó cuando vio aquella bicicleta que ahora lo acompaña por miles de kilómetros.
Matías contó que inició el trayecto sin grandes preparativos y que la experiencia previa como mochilero lo ayudó a adaptarse fácilmente al nuevo formato. “No le metí muy mente a la cosa”, dijo sobre el armado de la bicicleta, que convirtió en un vehículo de carga improvisado utilizando bidones en lugar de alforjas.
17.000 kilómetros, glaciares, desiertos y hospitalidad sudamericana
Su recorrido incluyó el sur de Perú, Bolivia, Paraguay, Misiones, Corrientes y Entre Ríos. También atravesó Uruguay, volvió a Buenos Aires, llegó a Ushuaia, subió por Chile y regresó a Argentina por Mendoza. Hasta ahora acumula alrededor de 17.000 kilómetros de viaje, siempre acompañado por su bicicleta, a la que llama “la burrita”.
Entre las experiencias más intensas recordó el paso por el Lago del Desierto, en Patagonia, donde debió cargar la bicicleta durante cinco días: “Eso podría ser malo para la gente, pero para mí fue un espectáculo”. También mencionó los glaciares, las caminatas sobre lagunas congeladas, la cueva de hielo conocida como Jimbo y la emblemática Ruta 40.
De Argentina destacó especialmente los paisajes del sur y la capacidad de encontrar belleza incluso en los desafíos. Su mirada optimista es parte fundamental del viaje: “Me autodetermino como el hombre más feliz del mundo”, aseguró.
Cómo financia la aventura y el rol de las redes sociales
Matías explicó que durante buena parte del viaje se sostuvo económicamente gracias a la música callejera, tocando en semáforos, restaurantes y distintos espacios. Con el tiempo, su canal de YouTube empezó a generar ingresos y se convirtió en otra fuente de financiamiento.
A eso se suma la solidaridad de las personas que encuentra en el camino. “La bondad de la gente” es una constante en la travesía, según relató. Muchas familias le ofrecen comida, dinero o alojamiento, como ocurrió en Paraná, donde una familia lo contactó por redes sociales para recibirlo en su casa.
Su esposa, con quien retomó la relación, se sumó hace dos meses y medio al viaje, aunque lo acompaña en colectivo. Ella describió la experiencia como un proceso de adaptación, pero también de sorpresa por la calidad humana encontrada en cada destino.
La mirada de la esposa: movimiento, aprendizajes y generosidad
La joven colombiana explicó que dejó atrás su trabajo y su vida fija para sumarse a la aventura. “Recién estoy como comprendiendo cómo se mueve todo este mundo, porque claro, estaba en un lugar fijo”, relató. El constante movimiento, el cambio de casas y el contacto con seguidores forman parte de su nueva rutina.
Lo que más la impactó es la generosidad de las personas: “Te imaginas la calidad de corazones que me encontré, esas personas que están dispuestas a ofrecer lo que tienen con mucho amor y sin esperar nada a cambio”.
Ambos coincidieron en que, si bien existen dificultades, el viaje es plenamente recomendable. “Si bien hay dificultades que se viven en el viaje, todo lo demás lo compensa”, sostuvo Matías.
Destino: Paraguay y regreso hacia Colombia
La pareja permanecerá en Paraná entre cuatro y cinco días antes de continuar hacia Corrientes, Posadas y luego Paraguay. Desde allí emprenderán el regreso definitivo hacia Colombia después de años recorriendo Sudamérica.
Para quienes quieran seguir su travesía, Matías recordó que en todas las plataformas aparece como Mochila Azul de Viaje, donde comparte videos en los que siempre se despide de la misma forma: “Se despide usted, el hombre más feliz del mundo”. (Elonce)