Mucho antes de lo que esperaban en la City, el dólar testeó el techo de la banda de flotación y el Banco Central quedó habilitado para vender reservas para poder controlarlo. En una jornada de "alta tensión", el organismo vendió US$ 379 millones, que se sumaron a otros US$ 53 millones de la previa, en un esfuerzo por contener la escalada. Sin embargo, el dólar terminó la jornada en $1.495 en el Banco Nación y, en algunos bancos privados, llegó a superar la marca histórica de los $1.500, al igual que en el mercado paralelo.
La demanda de empresas y ahorristas se mantuvo firme este jueves, empujando la cotización en todos los frentes. En el mercado paralelo, conocido como dólar blue, la cotización terminó en $1.510. Los dólares financieros también escalaron con fuerza: el MEP se disparó a los $1.539 y el Contado con Liquidación (CCL) finalizó la jornada en $1.558. El mercado se movió en un claro "modo pánico", reflejado también en la caída de más del 12% de los bonos en dólares y el aumento del riesgo país en casi un 24%.
Este nuevo episodio de presión sobre el dólar se enmarca en un contexto de pesimismo creciente, impulsado por el doble revés parlamentario que experimentaron los vetos del presidente Javier Milei este miércoles y jueves en el Congreso. La crisis política, que se profundiza a solo cinco semanas de las elecciones de medio término, ha inquietado a los inversores, quienes ven en la inestabilidad institucional un factor de riesgo adicional.
Fuerte intervención y esquema de bandas
La jornada fue catalogada como una rueda de "alta tensión" donde se operaron más de US$ 590 millones en el mercado mayorista. Al cierre, el Banco Central confirmó la envergadura de su intervención, vendiendo US$ 379 millones para intentar contener la divisa dentro de la banda de flotación. Esta operación representa la cuarta jornada con mayor cantidad de ventas del organismo desde que Javier Milei llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2023. La última vez que había intervenido con esa magnitud fue el 11 de abril, justo antes de que se anunciara el fin del cepo cambiario y el acuerdo con el Fondo.
En aquel momento, el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fijaron un esquema de bandas cambiarias de "libre flotación". Este jueves, el techo de la banda, que se actualiza diariamente a un ritmo del 1% mensual, estaba fijado en $1.474,83. Según el acuerdo, si el tipo de cambio superaba ese precio en el mercado mayorista, el BCRA estaba habilitado para vender reservas e intervenir. De manera recíproca, el Gobierno se comprometió a comprar dólares si el precio perforaba el piso, actualmente en $948,76.
A pesar de que el tipo de cambio mayorista se mantuvo unos centavos por debajo del techo, operando en 1.474,5,elorganismohizosusprimerasofertasdedoˊlaresdesdelaapertura.Teˊcnicamente,lamesadelCentralintervino"dentrodelabanda"paraevitarqueelpreciodeladivisavolvieraatocaresetecho,aunquelapresioˊncompradoradelosoperadoresdemostroˊquelademandanosehabıˊacalmado.Enelmercadodefuturos,elvolumentambieˊnse"normalizoˊ"yllegoˊcasialosUS 1.300 millones, con todos los contratos en alza. Los inversores ahora proyectan un valor superior a $1.537 para octubre.
Preocupación del mercado y la visión de los economistas
La operatoria de la jornada no solo generó inquietud en los grandes inversores, sino que también tuvo repercusiones en el segmento minorista. Distintos clientes del Banco Galicia se quejaron de que, desde el comienzo de la rueda, la aplicación y la plataforma de homebanking de la entidad estuvieron fuera de servicio. Fuentes del banco aseguraron que se trató de un "desperfecto técnico" que fue solucionado con el correr de las horas, pero la situación añadió un factor de incertidumbre a la ya convulsionada jornada.
Tanto el frente político como el cambiario preocupan a los inversores que dudan de la sostenibilidad de los pagos de la deuda de Argentina si el Banco Central continúa apelando a las reservas del Fondo Monetario para contener el tipo de cambio. La falta de precisiones por parte del equipo económico del Gobierno también parece pesar en el análisis que realizan los analistas. Según la consultora 1816, al final del mandato de Milei restan pagos por US$ 34.000 millones entre tenedores de deuda internacionales, del mercado local y organismos multilaterales de crédito.
En un intento por calmar a los mercados, el ministro de Economía, Luis Caputo, utilizó su cuenta en la red social X para responder a un usuario. En un fragmento de su mensaje, el titular del Palacio de Hacienda aseguró: "En el equipo económico siempre trabajamos pensando en los escenarios no deseados. Esta no es la excepción. No nos agarra de sorpresa. Hace meses que estamos trabajando en diferentes alternativas. Como siempre, solo anunciaremos algo cuando sepamos que está concretado. Pero demás está decirte que vamos a honrar todas las deudas, como lo hemos venido haciendo desde que asumimos, aún con muchos menos recursos que ahora”.
El "pecado original"
Por el momento, más allá de la declaración del ministro, no hay muchas precisiones sobre las medidas que podría tomar el gobierno, lo que genera un terreno fértil para la especulación. En la City, los operadores advierten que, de profundizarse el ritmo de las ventas de reservas, el esquema de bandas de flotación deberá ser revisado. En esta compleja ecuación, se entrelazan tanto el componente político como el cambiario, y se hace evidente la debilidad de las bases económicas.
La situación actual se explica, en parte, por decisiones previas. El economista Martín Polo, al analizar la coyuntura, sintetizó la problemática con una frase contundente que resuena entre los expertos. "El pecado original fue no haber acumulado reservas y haber dejado atrasado al tipo de cambio", afirmó Polo, señalando directamente las fallas que llevaron a la situación de extrema presión cambiaria que se vive. (Con información de Clarín)