Ir a La Paz es sinónimo de conocer un lugar tradicional con casi tres décadas: el comedor Garibaldi. Atendida por sus propios dueños, tiene el desafío de mantener el prestigio gastronómico vinculado al río. Espejo de mi tierra, micro que se emite por Elonce, recorrió el lugar y charló con “Cacho” Carranza.
Sobre el prestigio en la ciudad paceña, el dueño remarcó: “Con el nombre Garibaldi funciona no hace muchos años, desde 2006. Nosotros estamos con la familia en la gastronomía va a ser en diciembre 27 años”.
La historia de cómo comenzó a gestarse la idea no estuvo en él y dio los detalles: “Esto nace en realidad en mi señora, que es Paquita, con una amiga en otro lugar que era muy chiquito. Ahí se empieza con hamburguesas, lomitos, pizza. Nadie sabía de cocina, llevamos a un cocinero. Yo no sabía nada, andaba ella y mis hijos. Yo hacía otra cosa hasta que un día me peleé con el cocinero y me tuve que meter en la cocina y no sabía que me gustaba tanto. Ahí empecé de a poco hasta que llegué hasta hoy”.
Entre algunos de sus platos más tradicionales, destacó que Garibaldi es reconocido “por el pescado y las pastas, que las fabricamos nosotros”. Aun así, remarcó que la carta “es muy amplia” y enumeró la parrilla y el cerdo como ejemplos.
Uno de los motivos que los llevó a quedarse en La Paz dijo es el amor hacia la cocina: “Si esto no lo sentís y no te gusta, es imposible hacerlo. Es una cosa que estás permanentemente pendiente de esto: a la mañana las compras, al mediodía tenés que atender la cocina o el salón, a la tarde lo mismo. Es una pasión que uno se va metiendo y terminas, hasta el día de hoy, siendo lo que es Garibaldi”.