Una niña sanjuanina de 5 años sorprendió a los médicos con la remisión de un tumor cerebral que se consideraba inoperable. La familia atribuye la cura al milagro de San Carlo Acutis.
El 7 de julio pasado, la vida de Micaela González, una niña sanjuanina de apenas 5 años, dio un giro dramático cuando fue diagnosticada con un tumor inoperable en el tronco encefálico. La noticia dejó a sus padres, Samantha Sánchez Hurtado y Pablo González, devastados. Sin embargo, hoy, cuatro meses después, la situación de Micaela es completamente diferente, gracias a un proceso de recuperación que médicos y familiares califican como milagroso.
Tras un tratamiento de radioterapia y corticoides, el tumor, que al principio era tan grande como una tela de araña, ha desaparecido casi por completo, dejando solo un pequeño "hilito". La oncóloga que la atendió en el Hospital Garrahan se mostró sorprendida por el cambio: “De la primera a la última resonancia, con y sin contraste, hubo un cambio tremendo del tumor. Está eliminado casi por completo: era como una tela de araña, ahora solo queda un pequeño hilito. La oncóloga quedó sorprendida y se superaron las expectativas, de achicarlo y frenarlo”.
Con la recuperación de Micaela, su madre no puede evitar emocionarse: “Mi niña ha vuelto a ser la misma de antes: pasó de estar cansada y en cama a no quedarse quieta. Volvió a ser chispita. Clínicamente está perfecta, y ya tuvo su colación en la escuela, y ahora empieza primer grado”. La pequeña, quien había sido dada con solo seis meses de expectativa de vida, ha retomado su vida con energía y vitalidad.
La fe y la devoción a San Carlo Acutis como motor de la recuperación
Samantha y su esposo no solo enfrentaron la enfermedad con esperanza, sino que se aferraron con fuerza a la fe, confiando en la intercesión de San Carlo Acutis, el "influencer de Dios". A comienzos de septiembre, cuando Acutis fue canonizado por el papa Francisco, la familia sintió que el joven santo, conocido por su devoción a la Eucaristía y su trabajo en las redes sociales, estaba guiando la recuperación de su hija.
“Carlo Acutis me llamó del cielo”; “Carlito fue el que me curó”, es lo que Micaela les dice a sus padres cada vez que mencionan al santo italiano. A lo largo de todo el proceso, la familia no dejó de rezar y pedirle a Acutis por la curación de Micaela. “Siempre lo busco cuando visitamos San Expedito”, agrega la pequeña, mostrando su profunda devoción por el joven santo. Samantha también expresó: “Cuando hablo con la gente le pido que le hable a Carlo Acutis, es muy milagroso”.
El caso de Micaela fue acompañado por una comunidad devota de San Carlo Acutis, que, desde Mendoza, se unió a la cadena de oración por la pequeña. Miembros de esta comunidad enviaron estampas y reliquias de Acutis a la familia, quienes vieron en esos gestos una fuerza espiritual fundamental para el proceso de recuperación. "A esta familia les habían dicho que la niña tenía un tumor no operable en la cabeza, y le dieron seis meses de vida. Le mandamos la estampita y otros materiales que nos dio la mamá de Carlo Acutis, además de pedir por la pequeña y entregarnos en oración", dijo uno de los fieles mendocinos.
La intervención de San Carlo Acutis y el respaldo de la comunidad de fe
Desde el diagnóstico, los padres de Micaela no solo enfrentaron la incertidumbre médica, sino también el dolor emocional de ver a su hija con una grave enfermedad. En todo ese proceso, la intervención de San Carlo Acutis, canonizado el 7 de septiembre, se convirtió en un pilar fundamental de esperanza. Según la madre de Micaela, “sin dudas, esto es un milagro. Nos pasaron muchas cosas hermosas y sorprendentes durante todo el duro proceso. Desde una llamada de personas muy devotas de Acutis, hasta recibir estampitas, medallitas y reliquias del joven santo, como un pedacito de tela de una prenda suya; incluso estar en la iglesia Santa María, en Buenos Aires, donde hay un altar con reliquias de Acutis".
Los médicos que han seguido el caso coinciden en que el tratamiento de Micaela ha sido efectivo, pero las mejorías fueron mucho más allá de lo esperado. Su madre recuerda que, desde la primera sesión de radioterapia, su hija comenzó a mostrar señales de vitalidad. “Desde esos primeros acercamientos y oraciones a Acutis, ya en la primera sesión de radioterapia, Mica empezó a tener otro ánimo y a recuperar su vitalidad. Parecía que en las sesiones le inyectaban vida; empezaba a sentarse para comer, con mejoras constantes cada día”, señala conmovida.
Un futuro esperanzador y la continua intercesión de San Carlo Acutis
El Arzobispado de Mendoza también ha tomado conocimiento de esta historia de milagro, que sigue impactando a la comunidad local y más allá. Según el sacerdote Osvaldo Scandura, encargado de la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, la recuperación de Micaela es el resultado de la intercesión de Carlo Acutis. “Estoy convencido que la intercesión de Carlo ha obrado en ella, como en otras personas que han le han pedido por algo específico. Es algo que uno en la fe recibe como un regalo, como algo extraordinario”, expresó el sacerdote.
Ahora, Micaela se prepara para los controles médicos regulares y para seguir su vida de forma normal. Ya ha vuelto a la escuela y recibirá su primera vacuna correspondiente a su edad. Samantha concluye: “Agradezco todos los días a todos los santos, ángeles y arcángeles, que se han portado demasiado bien con nosotros. Se nota que han trabajado en conjunto”. La familia continúa su camino, agradecida por el milagro que vivieron y con la esperanza puesta en el futuro. (Con información de La Nación)