"En Santa Ana, al ser un pueblo chico, pensamos que nunca iba a llegar", reconoció el peluquero al tiempo que explicó: "La situación es fea porque somos 1200 habitantes, todos compartimos todo porque tenemos lazos familiares. Y el mate es fundamental compartirlo con todos porque al ser chiquitito, no se puede evitar y se toma con tranquilidad".

"Cuando aparecieron los primeros casos, todos se alarmaron porque antes pensaron que nos iba pasar, porque pensamos que a un pueblo chico nunca iba a llegar pero pasó y no podemos entrar en una situación de pensar a quién echarle la culpa", reconoció el peluquero.
Es que según comentó, "cuando uno ve las noticias, piensa lo peor, pero después, al ver que ninguno de los casos presenta síntomas, se empieza a tranquilizar".
Finalmente, Erizaga encomendó a las personas "que se cuiden, que se sigan guardando y tomen conciencia de que le puede llegar a tocar".
"Cuídense y tomen conciencia porque mañana le puede tocar a cualquiera", remarcó.
Erizaga, 30 años, explicó que él se mantuvo asintomático durante el transcurso de la enfermedad. Pero hizo hincapié en "tomar las precauciones para cuidar al que está al lado".
"A mí no me afectó, pero quizás a otro sí", insistió.
Finalmente, cerró: "A los que nos miran con otros ojos, tratamos de evitarlos porque eso no sirve a nuestra recuperación". (Elonce)