El caso de la diputada de Santa Fe y su pareja, Leo Squarzon, fue muy mediático en 2016 ya que trascendió mientras ella estaba en la dulce espera de su hijo. Sin embargo, la pareja pudo superar la polémica y siguió apostando al amor.
"A mí me pasó y estaba embarazada. Fue una circunstancia de mier. . . me senté y yo esperaba la verdad. En ese momento lo que se me dijo fue absolutamente sincero, mirándome a los ojos con la verdad y a partir de ahí dijimos “sigamos construyendo esto que estamos armando”", contó en "Debo decir" sobre su reacción ante la confesión de su marido.
Luego agregó: "Hace cinco años que estamos acá, con una familia hermosa, con un montón de proyectos a futuro". Y reconoció que "jamás" le pasa factura por aquella actitud. "Yo creo que la infidelidad es parte del amor. Todos somos seres humanos y tenemos deslices, errores o llamalo como quieras. O necesidades. Depende de ese amor", reflexionó Granata.
"El amor no es estar todo el día con mariposas en la panza, mirando el cielo. El amor es un trabajo, un equipo y el otro puede haber tenido una necesidad, un desliz y te podés sentar a charlar, se comprende y se vuelve a construir sobre la base de ese amor", aseguró convencida.
Finalmente remató: "Por lo menos en mi caso, formé una relación con la idea de ser una pareja monogámica, no de poliamor. A mí me pasó que en esa idealización de pareja monogámica alguien tuvo un desliz, obviamente se va a tratar después y no antes. Antes no lo permitiría".