Sociedad

Problemáticas de salud mental: "Atraviesan a todas las edades, instituciones y a la sociedad en su conjunto"

Esteban Dávila, director general de Salud Mental, indicó que después de la pandemia hay cuestiones que se triplicaron, como "la incidencia de la depresión, los trastornos de ansiedad y el consumo de sustancias". Mencionó que "la salud mental nos abarca y compromete a todos”.

7 de Agosto de 2025
El Ventilador

REDACCIÓN ELONCE

La situación de salud mental dentro de la Policía de Entre Ríos comienza a generar preocupación puertas adentro. Casos recientes, como el de una mujer policía que atravesaba una licencia por estrés laboral, vuelven a encender la alarma sobre una problemática que no es exclusiva de la fuerza, sino reflejo de un fenómeno social más amplio: la creciente crisis de salud mental que atraviesa a toda la provincia.

 

Especialistas advierten que el estrés crónico, la sobreexigencia emocional, el aislamiento y la falta de contención adecuada son factores que se repiten, tanto en el ámbito policial como en otros sectores.

 

¿Qué herramientas tiene hoy el Estado para cuidar la salud mental de quienes están al servicio de la comunidad? ¿Cómo se acompaña a quienes enfrentan situaciones límite desde el silencio?

 

El tema fue debatido en el programa El Ventilador, de Elonce.

 

Esteban Dávila, director general de Salud Mental, indicó que “la palabra angustia se transformó en una palabra muy usada y se potenció en la etapa posterior a la pandemia. Los organismos de salud empezaron a tratar de estudiar qué nos dejó esta pandemia. Se vio que en lo que respecta a la salud mental hay por lo menos tres áreas que se triplicaron. Una de ellas es la incidencia de la depresión, los trastornos de ansiedad y ahí entra la angustia, el sufrir, la tensión. También se potenció el consumo de sustancias. Si miramos los tres cuadros, tienen un eje que los une. Una persona con problemáticas de consumo va a tener estados ansiosos y la ansiedad nos desgasta, nos quita energía y si eso pasa nos deprime”.

 

Remarcó que “ya en los años ´90 se hablaba de que, si nosotros como sociedad no empezábamos a tratarnos un poco mejor, desde el 2000 en adelante, íbamos a empezar a vivir la problemática que tenemos hoy. Se dio y por eso es importante reflexionar”.

 

Consideró que las problemáticas de salud mental “no están circunscriptas a una institución. Atraviesan todas las edades, todas las instituciones, la sociedad, y eso nos tiene que convocar a reflexionar un poco, qué vamos a hacer, qué narrativas tenemos. Nosotros estamos trabajando para no alejarnos de esto. Transitamos la provincia, hay programas que tenemos para acercarnos a la gente. Hace poco se habilitó la línea 135 para llamar, ya que es un servicio gratuito, anónimo y que está disponible las 24 hs”.

 

“Estamos trabajando intensamente en el tema. Los esfuerzos que se han venido haciendo gestión tras gestión, que hemos tomado, nos ayudan a seguir empujando y seguir adelante. Esto que pasa no es una casualidad, esto ya viene siendo preavisado. Salud mental nos abarca y compromete a todos”, agregó.

 

“Toda comunicación que demos vinculado a la salud debe traer un mensaje que permita abrir una puerta para generar una ayuda. Si vamos a hablar de suicidio también debemos pensar cómo le vamos a hablar para generar esperanza, porque lo que le está sucediendo a una persona le puede estar sucediendo a otras personas. Tenemos que ayudar a la gente a buscar ayuda porque hay ayuda”, dijo.

 

Por otro lado, diferenció trastorno de estrés: “cuando estamos hablando de un cuadro que se engloba dentro de una psicopatía importante, se lo llama en la actualidad trastorno. Trastorna nuestro funcionamiento. En lo que tiene que ver con salud mental, es clínicamente significativo, es decir, mi vida no es igual, tengo esto y mi vida cambió. Afecta a la cognición, nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestra conducta. Hay angustia y a su vez me genera incapacidad. La depresión es uno de los cuadros que más incapacita: no puedo cuidar mis hijos, no puedo pagar los impuestos, trabajar, etc”.

 

El estrés viene del término presión, es la percepción de la persona de que no puede manejar lo que tiene que manejar, el contexto me gana, me empiezo a desesperar. Entonces o trato de enfrentarlo o escapo o me congelo. El problema es si me congelo, porque empiezo a transitar un camino de enfermedad. Si afronto o escapo estoy haciendo algo”, agregó.

 

Remarcó que a los números “los estamos tomando muy en serio porque nos van a orientar hacia dónde ir y qué hacer. Se busca ver a dónde poner más fuerza. Se está tratando de armar, por lo menos en lo que respecta a suicidio, un observatorio para mirar desde distintos lugares el tema y ver cómo podemos generar más estrategias”.

 

 

Carlos Berbara, psiquiatra, señaló que “la Ley Nacional de Salud Mental plantea que nuestra salud mental se define y sostiene a partir de ciertos condicionantes históricos, sociales, biológicos, socioeconómicos y laborales. Todas esas condiciones a las cuales uno esté expuesto en un determinado ámbito de trabajo, si no son cuidadas, se tiene la visión de la cautela, del abordaje, de los tiempos, de la carga horaria, las exigencias en productividad, tomando la dimensión psíquica del sujeto que trabaja allí”.

 

Respecto al suicidio, mencionó que “generalmente siempre hay señales. Tenemos que estar sensibilizados y capacitados para poder verlas. Lo que ha sucedido en nuestro contexto social es que el otro ha dejado de tener importancia en nuestra existencia, en nuestra convivencia, donde prevalece el individualismo, el sálvese quien pueda, se deja de lado al otro y eso nos aleja de la posibilidad de percibir a veces unos cambios sutiles, señales, que tomadas en cuenta suelen ser un llamado de atención que nos tiene que convocar para ver qué está sucediendo, por qué está sufriendo o angustiando ese sujeto y que eso no escale a una determinación más catastrófica. La falta de diálogo o la promoción de comunicación hostil juegan en contra”.

 

Mencionó que hay protocolos que se pueden y deben utilizar para abordajes de la prevención de las dificultades de la salud mental en diferentes ámbitos.

 

Por otro lado, indicó que “creo que los números, en cuanto a estadísticas, se vienen manteniendo, pero la medición que va teniendo nuestra estructura bioestadística va progresando, es cada vez más fina, por lo tanto, probablemente haya hasta más casos que antes estaban solapados o que se les preste atención a los casos fallidos y se computen y se tomen como problema diagnóstico. Habla de una evolución propositiva para el cuidado de la salud de las personas, las comunidades y la humanidad”.

 

 

Indicó que “hay que tener en cuenta la evolución de las culturas y las sociedades, a las cuales no nos podemos oponer, sino entender. Nuestras juventudes consolidan sus estructuras subjetivas, su pertenencia social a través de esas vías de comunicación, de las nuevas tecnologías. Por más que a otras generaciones nos llamen la atención o no nos parezcan distorsionadas, están así a nuestra vista, pero no a la de los jóvenes que pueden transitar de manera absolutamente saludable las nuevas tecnologías. También puede pasar que se transiten de la otra manera, creando vínculos o situaciones que los pueden meter en problemas”.

 

Hay que ver cuán humano es el sistema social que se ha diseñado. Desde dónde transformar la Ley de Salud Mental es uno de los escalones que estamos tratando de cerrar. Se conformó una comisión interministerial de la Ley de Salud Mental para reunir a todos los ministerios de gobierno y pensar en conjunto la problemática de la salud mental”, finalizó. Elonce.com

 

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