Traje de baño, protector solar, sombrilla? y ¿dinero? Con las trabas que impuso el Gobierno a la compra de divisas y la variedad de cotizaciones que existen en el mercado, la pregunta es ineludible en la planificación de las vacaciones. ¿Cómo conviene pagar los gastos fuera del país? La duda no es menor: de la estrategia que tomen los viajeros dependerá el costo total del paseo.
Efectivo o tarjeta; pesos, dólares ahorrados o moneda del país de destino, por mostrador o por cajero, mercado oficial o ilegal paralelo. Para desentramar los beneficios o perjuicios de las distintas opciones, el diario <i>La Nación</i> consultó a especialistas sobre la conveniencia para quienes pasen sus vacaciones en las playas de Uruguay y Brasil. Lo primero que se desaconseja es viajar con pesos. "Lo ideal es llevar la moneda del país visitado y comprar la divisa en la Argentina, ya que en los países vecinos toman nuestros pesos a un valor poco conveniente", dice Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales.
"Ir a Uruguay o Brasil con pesos es una de las peores opciones -coincide Juan Pablo Ronderos, gerente de desarrollo de negocios de Abeceb.com-; puede ser, incluso, más costoso que comprar dólares en el mercado paralelo en Buenos Aires." Por caso, "si un argentino cambia $ 100 por dólares en el mercado blue, entonces al ir a Uruguay se hará de 182 pesos uruguayos, de acuerdo con la cotización de una casa de cambio de ese país, pero si lleva pesos, sólo recibirá 145 uruguayos". Lo mismo, según Ronderos, ocurre con el real. "Ante la duda de llevar pesos o dólares, lo mejor es llevar dólares que, comprados en el mercado oficial, generan mayor diferencia a favor del viajante", señala.
La mejor ecuación, entonces, podrán llevarla a cabo quienes sean bendecidos con el visto bueno de la AFIP para llenar la billetera con moneda llamada, en la jerga, "turista" (el oficial más 35% de adelanto de Ganancias, que, desde enero, se recuperará en 2016), o con dólares "ahorro" (con un recargo del 20%).
Lo demás quedará para "tarjetear". Afuera, dice Otálora, es preferible evitar el efectivo, si no se pudo acceder al mercado oficial, o si resulta insuficiente. En Uruguay, precisa, $ 100 pesos uruguayos son equivalentes a $ 60 o 45, según la forma de pago. El economista ejemplifica con un viaje en taxi por US$ 50. El trayecto podría costar $ 650, si se pagara en efectivo a una cotización del dólar blue de $ 13. Con tarjeta, costaría $ 575 (12% menos), y al recuperar el 35%, $ 430.
En Brasil, tomar una caipiriña en la playa por 10 reales equivale a $ 43 argentinos con tarjeta y al valor del dólar blue asciende a unos $ 50.
"Aunque no es como comprar moneda a cambio oficial -analiza Ronderos-, pagar con tarjeta sigue siendo una buena opción. La cotización de $ 11,54 está 12,2% por debajo de la del dólar paralelo y 35% por encima de la cotización oficial. El gerente de desarrollo de negocios de Abeceb.com marca un riesgo por tener en cuenta: si "desde el momento de la compra hasta el pago del resumen, el Gobierno decidiera reconocer una devaluación mayor, subiría el monto a pagar en pesos; esto, no obstante, parecería estar descartado en el corto plazo", advierte.
En países vecinos, obtener dinero por cajero es una posibilidad limitada a sólo US$ 50 mensuales, por cuenta y por entidad. Sobre este monto reducido, los costos resultan mayores. Según un cálculo de Zonabancos.com, una extracción de US$ 50 suma cargos por: costos de extracción en un cajero automático de un banco del exterior, de unos US$ 3; comisión por adelanto en efectivo en el exterior cobrado en banco local, por otros US$ 3; intereses por adelanto de efectivo en banco local, por US$ 0,83; IVA de 21% sobre intereses de adelantos en el exterior y comisión por adelanto (US$ 0,81), y el impuesto a los sellos del banco local sobre intereses y comisiones (US$ 0,08).
Así, el monto inicial se convierte en US$ 57,72, que serían $ 666,18, a un cambio de $ 8,55 por dólar, más 35% de la AFIP. Entonces, el tipo de cambio en un cajero del exterior se ubica en $ 13,32, contra $ 13,40 del dólar blue tras el salto del martes, y con variaciones constantes. "Esta brecha -dice Marcelo Zárate, CEO de Zonabancos- es menor que en el verano pasado, porque se amplió la diferencia entre el blue y el oficial."