Mariano Mortara completó la nueva edición de la maratón Hernandarias-Paraná, luego de la largada. Lo hizo tras un tiempo superior a las 12 horas, tal como se había estipulado desde la organización.
Siete nadadores participaron de la maratón Hernandarias-Paraná. La largada se concretó a las 6.45 de este sábado. Tal como se preveía, llegaron a la capital entrerriana alrededor de las 19.
Acompañados por el aplauso de la multitud, embarcaciones que los escoltan y una hermosa mañana con algunas nubes y viento norte, los nadadores comenzaron su trayecto de 88 kilómetros sobre las aguas del Paraná.
La palabra del ganador
En primer lugar, expresó: “Era un anhelo que tenía a cumplir esta travesía en formato carrera. La había querido hacer y se había suspendido varias veces. Estuvo durísima porque en el cerro, en una parte a mitad de la carrera, había tanto viento que los remeros no podían controlar la canoa y los nadadores imagínate”.
Posteriormente, explicó: “En la parte de Villa Uquiza-Paraná, que venís con 60 kilómetros arriba, era muy movido, playo y duro”. Asimismo, acotó: “Largué pensando nadar entre cuatro o cinco horas, a mi ritmo y tranquilo”.
Por otro lado, comentó su pasión por este deporte: “Nado desde chiquito y soy nadador de aguas abiertas”.
Andrés Solioz, organizador del evento, comentó a Elonce cómo es la modalidad de esta edición: “la vamos a hacer como en el año 2023, con un formato distinto. Es un formato de competencia dentro de un circuito mundial como se hacía antes, desafiando unir Hernandarias con Paraná, estos 88 kilómetros que separan estas dos ciudades”.
Sobre la dificultad de la maratón, mencionó que “no es fácil, pero cualquier nadador que pueda estar entrenado tanto físicamente como psicológicamente puede venir y hacerlo. Siempre digo que podés estar preparado muy bien físicamente, pero en el momento en que te toca enfrentar, es una carrera en la que juega la cabeza porque vemos gente en Hernandarias, Brugo, Curtiembre y después hay unas tres horas y media de nado en donde no vemos nada más que la embarcación, la densidad del río, las barrancas y hasta que no llegas hasta Villa Urquiza se te hace muy difícil psicológicamente y te quedan prácticamente otros 44 kilómetros más”.