
Lula se acercó al Palacio Legislativo, donde se lleva a cabo el velatorio, y rindió homenaje al exmandatario uruguayo con un sentido abrazo a su viuda, Lucía Topolansky, y un beso en la frente al féretro cubierto con las banderas de Uruguay y del Frente Amplio.
"Mi gran amigo Pepe, aquí seguiremos con miles de brazos en la lucha por un mundo más justo", expresó Lula en sus redes sociales, destacando la coherencia y humildad de Mujica, a quien consideró una inspiración para las nuevas generaciones.
Desde el miércoles, más de 40.000 personas se acercaron al Palacio Legislativo para despedir a Mujica. El cortejo fúnebre recorrió Montevideo en una cureña del Ejército, y el féretro fue recibido por una multitud emocionada al grito de “Pepe, amigo, el pueblo está contigo”.
Los restos de Mujica serán cremados y enterrados bajo un árbol en su chacra de Rincón del Cerro, donde también descansa su perra Manuela. La ceremonia final será de carácter privado, respetando el deseo del expresidente de un adiós sencillo y sin símbolos religiosos.
La despedida de Mujica ha generado una conmoción internacional, con líderes de todo el mundo enviando mensajes de condolencias y destacando su legado de humildad, coherencia y compromiso con la justicia social. Su figura se ha convertido en un símbolo de integridad política y ética en América Latina.