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Luciana Aymar: “El nacimiento de los chicos cambió mis ejes”

“Ahora me doy el gusto de ponerle moños y flores. Hace unos días le probé el vestido de mi bautismo, que había guardado mamá, y ahora es de ella”, dijo la ex jugadora de hockey que vive en Chile y fue madre dos veces.

14 de Abril de 2022

Luciana Aymar, conocida como Lucha, es una de las grandes leyendas del hockey argentino. La deportista fue elegida 8 veces como la mejor jugadora por la Federación Internacional de Hockey a lo largo de su carrera. También fue ganadora de 4 medallas en los juegos olímpicos.

 

Luego de ser parte de Las Leonas por 16 años y haber anotado 162 goles, se retiró en el año 2014. Esta etapa de su vida la recuerda con mucho dolor ya que se tuvo que obligar a dejar su gran pasión y así pudo disfrutar más de su vida personal.

 

"Estoy orgullosa de lo que hice. Tuve costos grandísimos. Pasé por una etapa muy dura, angustiante y depresiva, pero lo estoy superando gracias al psicoanálisis", contó la deportista a La Nación tras su retiro.

 

A pocos meses de iniciar su noviazgo con el tenista chileno Fernando González, no dudó y cambió drásticamente su vida mudándose al país vecino. A los 3 años de la pareja tuvieron a su primer hijo Félix y hace 7 meses agrandaron la familia con Lupe.

 

En diálogo con la periodista Jacqueline Isola para ¡Hola!, la deportista contó: "La realidad es que el nacimiento de los chicos cambió mis ejes. Los deportistas somos un poco el centro del universo porque siempre estamos cuidándonos y preocupándonos por nuestra carrera: nuestro entrenamiento, las horas de sueño, la alimentación. La maternidad llega con otras exigencias y de un día para el otro, pasás a un segundo plano".

 

También comentó que hay mucha diferencia entre su hijo varón y la nena ya que es mucho más activo y enérgico. En cambio, Lupe es mucho más tranquila y se entretiene sola jugando con sus juguetes o con su hermano.

 

Con Lupe tuvo una emoción extra y es que ella tenía muchas ganas de tener una nena: "Ahora me doy el gusto de ponerle moños y flores. Hace unos días le probé el vestido de mi bautismo, que había guardado mamá, y ahora es de ella".