Anoche, ante un imponente marco de público, tuvo lugar la propuesta de Igualdad Cultural, una iniciativa atravesada por el concepto de inclusión en la diversidad. De igual a igual, canciones de amor y esperanza, bajo la dirección general y teclados de Lito Vitale, puso en escena reconocidos artistas de diferentes géneros que recorrieron un rico repertorio de canciones conocidas, en una puesta en la que el público tuvo acceso libre y gratuito.
Desde las 20 el público se fue congregando en el lugar para acompañar a los artistas que iniciaron el recital cerca de las 21. A medida que los minutos fueron corriendo la cantidad de personas se fue multiplicando.
Bajo un mismo tema, que fue hilo conductor, compartieron escenario Lito Vitale, Hugo Varela, Juan Darthés, Ligia Piro, Julia Zenko, Fena, Silvina Garré, Walter Ríos, Amelita Baltar, Raúl Lavié, Pablo Dacal, Chico Novarro, Magma, Diego Frenkel, María Graña, Víctor Heredia, David Lebón, Nacha Guevara, John Mc Inerny, Man Ray y Gladys la bomba tucumana.
Lo hicieron con una formación de talentosos músicos que formaron parte de la propuesta ejecutando una diversidad de instrumentos y bajo la dirección de Vitale.
El concierto supo integrar la diversidad de artistas pertenecientes a diferentes géneros, mostrar un espectáculo con un sentido claro y con una calidad artística de gran riqueza, donde se pudo valorar el aporte de cada uno, sin perder su impronta, a un todo armonioso.
Diversidad. El público, que participó del recital, había llegado hasta el lugar con sillones, reposeras, lonas, equipos de mate y conservadoras. Familias, grupos de jóvenes, adultos, fueron parte de la actividad y hubo canciones que lograron conmover a todos.
La noche acompañó, como también lo hizo el paisaje de costa y río al que particularmente algunos le cantaron. La propuesta logró reunir públicos diversos que se encontraron en un espectáculo integral.
Naranjo en flor, interpretado por Raúl Lavié; Razón de vivir, por Víctor Heredia; Balada para un loco, por Amelita Baltar; Te quiero, por Nacha Guevara; fueron algunas de las canciones que se pudieron escuchar. Pero también una versión de Oración del remanso, de Ligia Piro; Fuiste mía en verano, cantada por Pablo Dacal, En blanco y negro, por Silvina Garré, o Contigo aprendí por María Graña.
Hubo artistas jóvenes interpretando viejos clásicos con una impronta nueva; artistas de mayor trayectoria recuperando canciones sentidas. Tuvo lugar también la expresión local de la mano del grupo Magma y la Canción de cuna costera.
Formaron parte del repertorio, además, Cuenta conmigo, Juntos a la par, Olvídate de mí, No me arrepiento, una conmovedora Seminare, cantada por David Lebón, que fue ovacionada por el público y la ejecución exclusivamente instrumental del tango Los Mareados, a cargo de Walter Ríos, que generó un clima particular.
El concierto fue acompañado por una puesta visual que realizó un recorrido por fotografías que recordaban a músicos, por paisajes conocidos, por personajes de las canciones de María Elena Walsh, que cobraban fuerza acompañados de la voz de Julia Zenco.
Al mismo tiempo, desde las pantallas se podía ver de vez en cuando las expresiones de muchos que cantaban, se emocionaban o alentaban a los artistas. El final estuvo a cargo de Gladys la bomba tucumana, que dio paso a una intervención en la que los que habían pasado por el escenario volvieron a subir para encontrarse con los espectadores.
De a poco la gente se fue retirando satisfecha y cargado de música en un día muy especial donde se le rendía tributo a este arte. El Día de la Música sonó fuerte en Paraná.