"Entrenamos juntos, pero lo tengo que llevar a la rastra. Me gusta salir bien temprano y a él le cuesta, muchas veces lo saco recién levantado y sin desayunar, en eso soy medio militar", admite.
Lejos de la mala predisposición o de poner mala cara, Diego la acompaña en su rutina aeróbica y, como un duque, se mueve a su ritmo. Ritmo que mantienen en todos los sentidos. "A mà me gusta dar el 100 en todos los ámbitos, ¿se entiende? Y a él también. Somos muy fogosos, y por eso la llama se transformó en una fogata".
Hacer planes a futuro, en cuanto al amor, no está en los genes de Cornú. "Me gusta disfrutar del presente, que es encantador. Si el dÃa de mañana hay casamiento o hijos, ya veremos. Hoy es hoy".