
“Yo estoy a unos 3 kilómetros del puente de Saladillo, y es como la cuarta vez que me viene pasando que cada vez que me voy de Monte Buey para el campo, entre la 1 y las 2, siempre se me aparece una luz”, comenzó relatando.
“La primera vez no le di importancia pero me siguió hasta el campo y desapareció. No lo conté porque por ahí hay gente que te cree y gente que no. La segunda vez que me ocurrió, cuando me bajo para abrir el portón la luz se me aparece muy cerca y sentí que me calentaba la cara. Vi a un vecino que está ahí al lado, a unos 2.000 metros, me llegué hasta ahí y desapareció la luz. Me volví al campo y no vi más nada”, agregó.
Al día siguiente de ese hecho, “aparecieron como cuatro ronchas, quemadas, en el frente de mi casa y eso me llamó la atención. La segunda vez me pasó lo mismo y cada vez que aparece la luz, aparecen luego esas manchas. La tercera vez, cuando voy a bajar de la chata para abrir el portón me aparece la luz bien de frente. Así que no sabía si ir para mi casa o entrar de nuevo a la chata. Decido subir a la chata, voy hasta mi casa y desapareció la luz. Y a la mañana aparecieron otras cuatro manchas”.

Comentó también que cada vez que se le apareció la luz, lo alumbró desde el frente a una distancia de unos cuarenta metros y a unos cincuenta metros de altura. Manifestó que no tiene miedo y que por eso salió y filmó el fenómeno: “Yo creo que si me tendría que haber hecho algo ya me lo hubiera hecho. Por eso digo que no tengo miedo”.
Finalmente, el hombre indicó que luego de uno de esos sucesos, le faltó agua del tanque. “Se trata de agua de red y nunca había pasado de quedarme sin agua”. Otro detalle que destacó fue que cada vez que aparece la luz, “los perros no ladran ni salen a recibirlo cuando llega”. Y especificó que cuando la luz no está los perros salen a recibirlo y ladrando hasta el portón de ingreso. Sin embargo, cuando está la luz, los perros se quedan mudos.