Sociedad Cuidados críticos

Covid-19: "Hay pacientes a los que se le complicó el estado de salud"

"Un internado en los cuidados intensivos está entre 14 y 21 días promedio. O sea, cada 20 días, más o menos, se podría desocupar una cama. Eso es lo preocupante", alertó Bejarano, miembro de la Filial Entre Ríos de la SATI.
"El sistema de salud no va a mejorar, seguramente va a empeorar. Porque la gente se empieza a enfermar, el personal se empieza a cansar. Y si mañana nos dicen que van a construir un hospital con más camas y más respiradores tampoco sería la solución porque no tenemos gente para atenderlo", aseguró a El Día la licenciada en Enfermería Ana Bejarano, especialista en cuidados críticos y miembro de la Filial Entre Ríos de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).

"Esperemos que este sea el pico de la pandemia. Porque si este es el pico estamos en condiciones de sostener el sistema. Más que nada en Gualeguaychú y en Paraná, que tienen las unidades de cuidados intensivos ocupadas en un 70, 80 por ciento", avizoró Bejarano. Y continuó: "Siempre digo que cada uno de nosotros, como ciudadanos, podemos elegir qué hacer. Podemos elegir respetar las normas o no, es una elección. Muchos están haciendo lo que quieren. Pero ojalá no nos toque a nosotros tener que elegir a quien atender y a quien no, que es lo que está pasando en Río Negro y en Jujuy, por ejemplo. En esas provincias hoy deben elegir qué pacientes ingresan a cuidados intensivos y quiénes no. Eso es lo que nos desvela".
Bejarano alertó que "el número de contagiados se triplicó en las últimas tres semanas", al dar cuenta que "en la unidad de cuidados intensivos, estamos recibiendo a pacientes de hace siete o diez días, a los que se le complicó el estado de salud".

"Actualmente, en Entre Ríos tenemos aproximadamente 1800 personas activas (con el virus) que pueden complicarse. Son potencialmente usuarios de internación en el sistema de salud. Y si se van agregando de a 100, 200 o 300 casos diariamente, todo se va a complicar mucho", contabilizó. Y aclaró: "Un internado en los cuidados intensivos está entre 14 y 21 días promedio. O sea, cada 20 días, más o menos, se podría desocupar una cama. Eso es lo preocupante".

Por ello, la integrante entrerriana de la SATI recomendó: "Son muy importantes las tres semanas próximas. No para volver a encerrarnos todos, porque no creo que esa sea la solución, la sociedad ya hizo muchísimo sacrificio, fueron muchos los daños colaterales. Creo que, por una vez, debemos ser solidarios con el resto de la sociedad. Quien tiene la dicha de poder salir a trabajar, no tiene que ir a tomarse una cerveza con sus amigos; quien tiene la dicha de quedarse en casa ¿por qué armar un asado con diez personas?, eso no está bien. Esto hace que el resto se perjudique. Es momento de entender que lo que hago o dejo de hacer repercute en el otro".
Intensivistas, una profesión no reconocida
Punto aparte, la licenciada en Enfermería y especialista en cuidados críticos se refirió a la falta de personal especializado en cuidados intensivos debido a que "no está reconocida, ni promocionalmente, ni monetariamente".

"Es una especialidad no elegida, por lo que hay escases de intensivistas. Gualeguaychú lo vive, allá llegan médicos de Buenos Aires a trabajar, como en toda la costa del Uruguay. Además, no tenemos la especialidad en enfermería en cuidados intensivos, un recurso que cuesta mucho formar y que necesitamos", agregó.

"Los enfermeros trabajan de 36 a 40 horas semanales en cada trabajo, y en la parte privada, 44; además, el 40 por ciento tiene doble empleo. Significa que hacen más de 70 horas por semana"

Consultada a Bejarano cómo les afecta el estrés y la carga horaria a los profesionales de salud, esta reconoció que "fueron tantos meses de agobio, de quedarnos sin licencias, que nos encuentra un poco cansados".

"Los terapistas van de una guardia a la otra. Por lo tanto, si se enferman son dos puestos que quedan libres, que el resto del personal debe atender. Los enfermeros trabajan de 36 a 40 horas semanales en cada trabajo, y en la parte privada, 44; además, el 40 por ciento tiene doble empleo. Significa que hacen más de 70 horas por semana. Ya venimos con un agobio anterior a la pandemia. La situación de salud siempre la vivimos al límite; nunca nos sobró nada, ni estructura, ni recursos, menos aún personal capacitado. Para que te des una idea, el nivel de bornout en el personal de salud es elevadísimo. En el último estudio que se hizo en Argentina, antes de la pandemia, para medirlo entre los enfermeros de cuidados críticos, dio un 60 por ciento de evidencia de personal bornout, que es aquel que está quemado, que está agobiado y que no debería estar en las unidades de cuidados intensivos. Ahora, esa cifra es mayor, porque no hemos pasado, de marzo a la fecha, sólo pensando en esto. No hay otro plan", detalló.

Y agregó: "El cansancio no es solamente por lo laboral, nosotros somos parte de la sociedad, nosotros vivimos el aislamiento, la discriminación, un montón de cosas, como cualquier persona. Nos preparamos para esto, pero siempre sobre supuestos. Armamos y desarmamos escenarios todo este tiempo, pero todo fue simulación. Simulábamos cuándo iba a llegar (el pico), qué cantidad de pacientes íbamos a tener eventualmente, todo lo simulábamos. Pero cuando llega la realidad es muy distinto". "Hay que entender que, para nosotros, como para todos, esto es nuevo. Es una nueva patología, una nueva forma de tratar la patología; una nueva forma de ventilar a los pacientes y de estar con ellos. Nosotros estamos acostumbrados a trabajar con el paciente y su familia; ahora, desde que empezó todo esto, trabajamos solamente con el paciente, porque debe estar solo. Todas sus necesidades básicas tenemos que satisfacerlas nosotros. Desde darles de comer, bañarlos o contenerlos psicológicamente", evidenció. (El Día)

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