"En nuestro caso, vino a reclamar la devolución de dinero, porque supuestamente había encontrado virulana en milanesas que había comprado", indicó el comerciante.
En rigor, esa compra nunca existió, pero luego de una teatralización de varios minutos, que hasta incluyó el pedido de un teléfono para llamar al dueño del negocio, el hombre se retiró del lugar con 375 pesos que era el valor de dos kilos de milanesas de pescado.
El propietario de la pescadería adelantó que estaba pronto a realizar la denuncia correspondiente para prevenir a otros comerciantes y que no caigan en el cuento de este hombre que ahora suma un delito más al que ya había cometido en Federación.