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Fuertes tormentas de arena en el sudeste de Brasil
La escena se repitió en al menos tres ocasiones desde fines de septiembre y atemorizó a los habitantes de ciudades como Franca, Ribeirao Preto y Frutal, en el interior de los estados de Sao Paulo y Minas Gerais, que registraron con sus celulares la polvareda cubriendo ambientes urbanos y rurales, empujada por rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora.
Tras la temporada seca llegan las lluvias, típicamente acompañadas de temporales de viento.
"Las rachas de viento encuentran ese suelo arenoso y además de la tierra arrojan a la atmósfera contaminación, desechos, residuos de las quemadas, que también ocurren durante este período seco", añadió Sias.
Para la experta, "esto no se puede disociar del cambio climático".
"En este siglo todos los años han sido de temperaturas récord: hay más calor en la atmósfera, lo que acaba transformándose en energía para eventos extremos como lluvia, temporales, inundaciones, pero también sequía, frío y calor, lo que acaba desencadenando eventos como estas tormentas de tierra", subraya Sias.
Este tipo de tempestades, habituales en regiones desérticas, pueden tener miles de metros de altura, hasta 160 kilómetros de ancho y durar varias horas, según la experta.
Además de ser afectada por la sequía extrema, la región que registró estas enormes polvaredas es un área agrícola con extensas superficies de suelo sin cobertura vegetal, lo que significa más partículas sueltas susceptibles a las fuertes rachas de viento.
