La confirmación se conoció este lunes luego de una audiencia de la que participaron los únicos dos interesados en quedarse con los activos en liquidación. Por un lado el tándem YPF-Dapsa -que de hecho ya había quedado como grupo continuador de la administración de los bienes hasta que se liquidaran totalmente- y por el otro el holding holandés Trafigura.
Puntualmente la compulsa de este lunes se inició con una oferta base que hizo YPF-Dapsa que luego Trafigura superó. "Los capitales argentinos ofrecieron 42 millones y medio de dólares, Trafigura elevó ese piso a 45 millones.El pliego definía que YPF-Dapsa podía igualar el monto y así lo hizo, hecho que derivó en que Trafigura subiera a la suma a 85 millones de dólares", relató Héctor Brizuela, secretario de Asuntos Legales del Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (Supeh).
El trámite finalizó cuando YPF-Dapsa pudo igualar los 85 millones de dólares, hecho que inclinó la balanza a favor de las dos firmas asociadas, tal cual estaba explicitado en los pliegos.
Quien resolvió la quiebra fue el juez en lo comercial Javier Cosentino, que en todo momento intentó mantener las fuentes de empleo pese a que la Refinería San Lorenzo hace ya tiempo no procesaba crudo.
El paquete que finalmente se quedó bajo el mando de capitales nacionales incluyó, además de la refinería, los muelles portuarios que poseía Oil, las áreas logísticas y la distribución de combustible para la red de estaciones de servicio que se había creado al calor de la petrolera de Cristóbal López.
El futuro
Más allá que la novedad sobre la adjudicación de los bienes es una muy buena noticia para los 250 trabajadores de la refinería, hay puntos grises sobre el futuro de las operaciones que mantienen en vilo a los empleados. Puntualmente el personal dice desconocer el plan de negocios que tiene entre manos YPF-Dapsa y que aguardan pueda incluir la posibilidad de volver a procesar combustible en las instalaciones del cordón industrial. Desde el Supeh confirmaron que esperan reunirse "los antes posible" con los nuevos operadores."Vamos con tres premisas a la reunión. En primer lugar conocer fehacientemente cuál es el plan de negocios en relación a los activos que acaban de adquirir. En segunda instancia, insistir en que se absorba a la totalidad de los empleados de la Refinería San Lorenzo y por último, saber si la refinería en cuestión va a operar o va a mantenerse sin funcionamiento como hasta ahora", enumeró Brizuela.
A pesar de ser continuadores desde julio, YPF nunca reactivó el procesamiento de crudo y se limitó a usar los muelles portuarios, los centros de carga y descarga y la distribución de las naftas y el gas oil con la logística de Dapsa en las estaciones con bandera Oil.
El trámite finalizó cuando YPF-Dapsa pudo igualar los 85 millones de dólares, hecho que inclinó la balanza a favor de las dos firmas asociadas, tal cual estaba explicitado en los pliegos.
Fuente: El Litoral.
