Durante la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el papa León XIV dedicó palabras de consuelo y esperanza a las víctimas del tifón en Asia, considerado el más potente del año. El Pontífice manifestó su profunda preocupación por las consecuencias del fenómeno meteorológico y expresó su apoyo a los pueblos golpeados por la catástrofe natural.
“Estoy cerca de las poblaciones afectadas, especialmente las más pobres, y rezo por las víctimas, los desaparecidos, las numerosas familias desplazadas, las muchísimas personas que han sufrido dificultades y también por los equipos de rescate y las autoridades civiles”, expresó el Santo Padre ante miles de fieles congregados este domingo.
El tifón, denominado Ragasa, arrasó varias regiones asiáticas y obligó a la evacuación de más de dos millones de personas en el sur de China. Según informes preliminares, al menos 25 personas murieron en Filipinas y 14 en Taiwán, además de haber provocado inundaciones, cortes de energía, deslizamientos de tierra y cuantiosos daños materiales.
Llamado a la solidaridad internacional
El papa León XIV exhortó a confiar en Dios en estos momentos difíciles y apeló al compromiso solidario de la comunidad internacional. “Invito a todos a confiar en Dios y a la solidaridad. Que el Señor les dé fuerza y valor para superar todas las adversidades”, dijo el Pontífice, visiblemente conmovido.
El mensaje papal fue pronunciado minutos después de finalizar la misa por el Jubileo de los Catequistas, celebrada en el Vaticano. Desde allí, León XIV unió el contexto litúrgico con la emergencia humanitaria, haciendo un llamado global a la compasión y a la acción coordinada.
El tifón Ragasa es considerado por los expertos meteorológicos como uno de los más destructivos del último tiempo, con vientos extremos que superaron los 220 km/h y lluvias torrenciales que colapsaron la infraestructura de varias regiones del sudeste asiático.
Anuncios relevantes durante la celebración
Además de referirse al tifón en Asia, el papa León XIV hizo dos anuncios importantes. Por un lado, confirmó que el próximo 1 de noviembre conferirá el título de Doctor de la Iglesia al cardenal y teólogo inglés san John Henry Newman. Este reconocimiento será otorgado en el contexto del Jubileo del mundo educativo.
“Tengo la alegría de anunciar que el próximo 1 de noviembre […] conferiré el título de Doctor de la Iglesia a san John Henry Newman, quien contribuyó de manera decisiva a la renovación de la teología y a la comprensión de la doctrina cristiana”, afirmó León XIV.
Por último, el Papa saludó y agradeció a todos los catequistas del mundo, especialmente a aquellos que desarrollan su labor “en condiciones muy difíciles”, destacando su vocación, entrega y servicio a la fe. “¡Gracias por su servicio a la Iglesia! Recemos por ellos. Que Dios los bendiga a todos”, concluyó el Pontífice. (Con información de NA)