Las aguas del Paraná se convierten en un escenario de lucha, resistencia y esperanza. Bajo un sol abrasador y temperaturas que superan los 40°C, la travesía "Remar Contracorriente por el Agua, la Vida y la Soberanía" avanza con firmeza, impulsada por la fuerza de sus protagonistas: remeros, pescadores y activistas que buscan proteger uno de los ecosistemas más valiosos de América Latina.
Este lunes 3 de marzo, los remeros partieron desde Barranqueras rumbo a Empedrado, en un recorrido de 50 kilómetros que demandó seis horas de esfuerzo intenso. Durante el trayecto, pasaron por Puerto Vilela, donde la comunidad local, junto al jefe comunal Molina, les brindó un cálido saludo.
Antes de continuar, los remeros fueron bendecidos por el padre Carlitos Gómez, de los Curas en Opción por los Pobres, quien bendijo las embarcaciones, a los remeros y a los prefectos que acompañan la travesía. Como gesto simbólico de protección, la Virgen de Luján fue embarcada en la "Yaguarona".
A su llegada a Puerto Vilela, la comunidad de pescadores, encabezada por Walter "Cachito" Peloso, presidente de la Asociación de Pescadores del Chaco, los recibió con una charla sobre la pesca artesanal y la confección de redes, oficios ancestrales que se ven amenazados por los cambios en la gestión del río. Durante este encuentro, también estuvieron presentes miembros de la Prefectura, quienes resguardan la seguridad de los remeros a lo largo de la travesía.
Con una parada breve pero significativa, las embarcaciones retomaron el rumbo. La "Yaguarona" y "La del Zurdo" encabezaron la formación, seguidas por "Salvemos al Paraná" y tres kayaks que forman parte del equipo permanente. La Prefectura continuó su labor de escolta, asegurando la seguridad del grupo durante este tramo desafiante, marcado por altas temperaturas y fuertes corrientes en el río.
"Somos peregrinos"
Desde Empedrado, Corrientes, los integrantes de la travesía "Remar Contracorriente por el Agua, la Vida y la Soberanía" dialogaron con Elonce y compartieron sus vivencias en el recorrido
“Cada día que nos levantamos y nos alistamos para salir sabemos que va a ser una jornada dura, de calor, pero siempre nos motiva porque somos hijos del río Paraná; amamos nuestro río, que es fuente de trabajo porque nosotros somos pescadores. No nos damos el tiempo de descansar y así buscamos crear conciencia para generar soberanía y no entregarlo a las multinacionales que quieren hacer dinero con el recurso que le pertenece a todos”, dijo Nelson Yapura, uno de los remeros a Elonce.
En este sentido, Yapura señaló que “hace cuatro años que venimos padeciendo esta situación y para nosotros, los pescadores artesanales, el río no se recupera. Las especies no se reproducen con normalidad, están desconectadas las lagunas y bañados; el único cauce que tiene agua es el río”. Además, adelantó que el martes recorrerán 40 kilómetros, desde Empedrado hasta Piracuacito, donde intercambiarán opiniones con pescadores en charlas y encuentros comunitarios.
A su turno, Luis Esteban Precerutti, de Cuidadores de la Casa Común, contó que la organización es clave para la travesía. “Nos vamos rotando para remar y luego, en los lugares donde paramos, todo está organizado gracias a las distintas agrupaciones que forman parte de esta iniciativa. Hay veces que nos quedamos en una parroquia, en cabañas o en carpas”, detalló.
“Es una logística que lleva mucho tiempo, pero todo es para cuidar a los remeros y remeras”, amplió Precerutti.
Por su parte, el sacerdote Carlos Gómez, quien acompaña la travesía, mencionó que “somos peregrinos de esperanza, donde todos cuidamos la casa común, nuestro planeta. El río es una fiesta de vida; cada vez que recorremos sus aguas vemos animales que se acercan a la orilla para beber, pescadores que están ganándose el sustento, niños disfrutando del entorno... Todo tiene que ver con la vida del río. Tenemos la esperanza de que esta marcha pueda dar un lindo fruto de concientización”.
“La gente se acerca cuando nos ve, consulta y se siente muy motivada a acompañarnos”, destacó.