El cantante Joaquín Levinton sufrió un infarto agudo de miocardio tras descompensarse en un bar del barrio porteño de Palermo. El episodio motivó la intervención inmediata de un equipo del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), que logró estabilizarlo y trasladarlo al Hospital Fernández, donde permanecía internado bajo observación médica.
El infarto agudo de miocardio es una de las principales causas de muerte en la Argentina. Cada año se registran alrededor de 40.000 episodios en el país, lo que equivale a más de 100 casos diarios, según estadísticas sanitarias. La mortalidad cardiovascular representa cerca del 30% del total de muertes, una cifra similar o levemente superior al promedio mundial.
Qué es un infarto y por qué ocurre
Especialistas en cardiología explicaron que el infarto de miocardio se produce cuando el flujo de sangre que nutre al músculo cardíaco se interrumpe de manera brusca o se reduce a niveles insuficientes para mantener vivo el tejido. La causa más frecuente es la ateroesclerosis, un proceso en el que se acumulan grasa y colesterol en las arterias coronarias.
Con el tiempo, estos depósitos forman placas que estrechan el diámetro de los vasos sanguíneos. En algunos casos, las placas pueden romperse de forma repentina y el organismo responde formando un coágulo que bloquea el paso de la sangre. Si la obstrucción es total, el área del corazón irrigada por esa arteria comienza a dañarse y puede sufrir lesiones irreversibles en pocos minutos.
Síntomas más frecuentes y presentaciones atípicas
El síntoma más característico de un infarto es una presión intensa en el pecho, descripta como un peso, una opresión o una sensación de quemazón que no cede con el descanso. Ese dolor puede irradiarse hacia los brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o la parte superior del abdomen.
También pueden aparecer sudor frío, mareos, náuseas, dificultad para respirar, palpitaciones o un cansancio repentino. No obstante, los especialistas advirtieron que los síntomas no siempre se presentan de la misma manera. En mujeres, adultos mayores y personas con diabetes, el infarto puede manifestarse sin el dolor torácico típico y limitarse a señales más difusas, como debilidad extrema o falta de aire.
Estas presentaciones atípicas explican por qué algunos infartos se diagnostican tardíamente, cuando el daño cardíaco ya es mayor. Por ese motivo, los equipos de emergencia remarcaron la importancia de consultar de inmediato ante síntomas intensos como sudoración, mareos o presión en el pecho.
Factores de riesgo y prevención
Los factores de riesgo más conocidos incluyen hipertensión arterial, colesterol elevado, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y antecedentes familiares. A ellos se suman el aumento de la diabetes y el deterioro de los hábitos de vida, que explican la aparición de infartos en personas cada vez más jóvenes.
Los cardiólogos coincidieron en que la prevención comienza con controles médicos periódicos que incluyan medición de presión arterial, análisis de lípidos y glucosa, y estudios cardíacos según cada caso. Además, remarcaron que la mayoría de los eventos cardiovasculares podrían evitarse con hábitos saludables, como una alimentación equilibrada, actividad física regular, descanso adecuado y abandono del tabaco. (Infobae)