REDACCIÓN ELONCE
“Estamos en Bomberos y llegamos hasta acá con las porciones, trajimos 210 pero no nos alcanzan. Decime qué hacemos con la otra gente de Saenz Peña y demás. ¿Pasamos y les avisamos, nos vamos?, no sé qué hacer, me siento con angustia terrible”.
Estas palabras pertenecen a una integrante de Suma de Voluntades que todas las noches realiza recorridos por distintos puntos de la ciudad de Paraná llevando un plato de comida a las personas que están en situación de calle y a quienes se acercan a recibir asistencia.
“Las porciones no alcanzan” da cuenta de una dura realidad, donde día a día aumenta la demanda de alimento.
Elonce habló con Anabella Albornoz, que está a cargo de Suma de Voluntades, quien manifestó que “muchas veces las porciones de comida no alcanzan porque no se puede tener previsibilidad, hay días en que hay muchísima gente. A partir del día 10, 11 del mes empieza a aumentar la demanda porque la gente se queda sin dinero. Asisten familias enteras a comer a las distintas plazas”.
Además de las personas en situación de calle, se observa la presencia de familias trabajadoras o jubilados que ya no logran cubrir sus necesidades básicas. “La realidad está diciendo que muchas familias no pueden comer en sus casas. Se fueron cayendo del sistema, y aunque son trabajadores, no tienen el sustento diario”, describió.
Preocupación por el aumento de la demanda
La referente social advirtió que el aumento de personas asistidas es notorio desde la llegada del frío. “En la sede damos desayuno, merienda y cena. Se incorporó más comida durante el día porque llegábamos a la noche y había gente que no había probado nada en todo el día, y nos preocupaba que muchos niños asisten a las recorridas. Pasamos de 80 o 90 personas a casi 200 por día que buscan algo caliente”, precisó.
En ese sentido, subrayó la importancia del aporte ciudadano: “Lo que más necesitamos en este momento es leche, chocolate y ropa de abrigo”. Para el caso de las prendas, la entidad cuenta con un sistema de clasificación y entrega controlada mediante fichas, para optimizar el recurso “y no sobreasistir”. Aunque la dinámica para las personas que están en situación de calle es distinta, “porque muchos pierden todo o les roban”.
Quienes deseen colaborar pueden acercarse a calle Bavio 367 o comunicarse a través de las redes sociales de la organización. También continúa activa la campaña solidaria en la Facultad de Ciencias Económicas (UNER) y en la Universidad Católica Argentina (UCA).
Albornoz remarcó que, si bien articulan con el municipio y la provincia, “hay una retirada del Estado nacional que hace más caótica la situación, porque antes venían alimentos a los comedores desde Nación y todo eso se cortó”.
A pesar del contexto adverso, valoró el compromiso de la comunidad: “Siempre eligen cambiar realidades, llevar un paquete de fideos o leche. Eso es esperanzador. Pero es importante entender que esto es todos los días: cocinar, repartir, tener descartables, combustible. Todo requiere un gran esfuerzo. Le ponemos el cuerpo y el corazón para poder asistir”.
También destacó que “el recurso humano es el más necesario, porque permite una atención más personalizada hacia las personas que acompañamos. Voluntarios siempre hacen falta”.
Finalmente, reiteró que la ropa de abrigo es urgente: “Estamos necesitando camperas, guantes y bufandas, sobre todo para los niños que están muy desabrigados”. Elonce.com