REDACCIÓN ELONCE
En un duelo cargado de emociones sobre el final, Boca perdió 2-1 frente a Defensa y Justicia en Florencio Varela, por la décima fecha de la Zona A del Torneo Clausura. El Xeneize dejó escapar tres puntos vitales en su lucha por clasificar a la próxima Copa Libertadores, tras un cierre vibrante que incluyó dos penales, una revisión del VAR y goles en el tiempo adicionado.
El equipo de Claudio Úbeda, quien reemplazó circunstancialmente a Miguel Ángel Russo, tuvo un partido irregular: dominó por momentos, pero fue impreciso en los últimos metros. Boca Juniors y Defensa y Justicia aburrieron a todos en el estadio Norberto Tito Tomaghello en una etapa de pocas luces durante los primeros 45 minutos.
Un segundo tiempo para el infarto
Las emociones llegaron tarde, pero intensas. A los 76 minutos, el árbitro Jorge Baliño sancionó penal para el Halcón por una falta de Marchesín sobre Abiel Osorio. Agustín Marchesín salió a destiempo y derribó a Abiel Osorio en el área. El mismo delantero ejecutó y convirtió, aunque el arquero adivinó el palo.
Boca reaccionó rápido. Apenas dos minutos después, Ander Herrera recibió una infracción clara de Kevin Gutiérrez dentro del área. Baliño cobró penal y, pese al llamado del VAR, ratificó su decisión: El árbitro fue advertido por Salomé Di Iorio para revisar la acción, pero el juez principal mantuvo su sanción. Leandro Paredes se hizo cargo y marcó el empate con calidad desde los doce pasos.
Una derrota que puede costar caro
Sin embargo, el golpe de gracia llegó en tiempo de descuento. A los 93 minutos, Osorio apareció nuevamente, esta vez tras una pelota detenida y una floja respuesta de Marchesín: Abiel Osorio aprovechó las dudas de Marchesín en una pelota detenida para aparecer por sorpresa sobre el segundo palo y sellar el 2-1.
El cierre mostró a un Boca desordenado y a Defensa cerca del tercero. La caída, sumada a las victorias de Rosario Central y Argentinos Juniors, dejó al Xeneize fuera de los puestos de clasificación a la Libertadores en la tabla anual.
Mientras el equipo intenta encontrar regularidad, la presión aumenta en la recta final del torneo. Los errores defensivos, la falta de contundencia en ataque y una definición dramática le pasaron factura a un Boca que ahora depende de sí mismo, pero tiene poco margen de error.