"Un día Agustín (Jiménez, su pareja) me invitó a salir a correr con él y estoy a full. A veces salgo sola por la Reserva (Ecológica) y es la mejor terapia del mundo", le contó a la revista Pronto.
Bechara contó que va al gimnasio todos los días. "Me armé una rutina con un personal, que me ayudó a cambiar mi cuerpo. Cuando quise bajar de peso, me dio aeróbicos y bajé los 17 kilos que había subido durante el embarazo", detalló.
Además del ejercicio, la joven aseguró que come sano y que no sigue ninguna dieta específica: "Si quiero un cuarto de helado, me lo como. Pero como me alimento sano, voy equilibrando. Me voy midiendo sin prohibirme nada".
En tanto, Francisco, que ya camina, "se cae, se golpea, lo alzo mucho y pesa un montón", dijo.