Cuando el negocio deja de ser rentable
El descenso en el consumo registrado en los últimos meses, la alta presión tributaria y el precio de los alquileres, provocan el cierre o traslado de comercios. Esto ocurre en todo el país. Algunos locales desaparecen y otros se trasladan. Muchos coinciden en que "hay signos de alarma" y que el panorama actual es "bastante desalentador". No obstante, hay diferencias de acuerdo a los diferentes rubros. Una buena: si hubiera reactivación económica, el comercio sería la primera actividad que se podría recomponer.
Cierre de comercios
Quien realiza un simple paseo por la Peatonal San Martín de Paraná puede observar locales que se desocupan y se les cuelga el cartel de alquiler. Esto es un termómetro de lo que está sucediendo hoy. En este marco, referentes del sector analizan este fenómeno, explican las causas que lo originaron y exponen sus proyecciones de cara al futuro.Con diversos puntos de vista, tanto el conductor Lalo Foncea, como los panelistas Ana Tepsich, Claudia Yauck, Mariano Kohan y Sebastián Martínez, fueron haciendo sus aportes al debate.
Asimismo, planteó que "siempre escuché que las empresas ponen como queja sostenida el tema de los impuestos y de la mano de obra. Esto ocurrió en situaciones de crisis y desarrollo, por ello considero que no es el problema principal. Por otra parte, los costos de los alquileres inciden en la medida en que caen las ventas, de lo contrario pasa a ser secundario".
"No hay otra solución más que nos repensemos como sociedad, que nos incluya a todos. Cuando los trabajadores cobran más ganamos todos. Tenemos que reinventarnos", agregó.
En ese marco, acerca de la solicitud para que se declare la emergencia comercial, consideró que "no es la solución". Si bien admitió que podría ser un "paliativo", puso de relieve que los resultados de este tipo de medidas ya son conocidos y se "termina desfinanciando la provincia".
"He visto que se abren muchas casas que prestan dinero. El único negocio que hoy está funcionando es ese. Las tarjetas están agotadas, mucha gente debe hasta cinco meses. Por otra parte, el gobierno debe controlar y mientras se siga acogotando a los que menos tenemos será difícil salir de esta situación", dijo.
Declarar una emergencia "no es la solución, no alcanza, es mucho más profundo el tema. Creo que la solución va por el lado de un gran acuerdo entre todos, acercar posiciones, encontrar un camino en común. Hay que controlar, debe ser un trabajo previo, no cuando están los despidos. Todos sabíamos qué ocurría con el comercio de los chinos: fuimos a hacer inspecciones, tenían trabajadores escondidos, no pagaban en tiempo y en forma, los hacían trabajar 10 horas y les pagaban por cuatro".
"Un caso lamentable fue el de Petra, donde desaparecieron los empleadores de un día para el otro. Lo mismo ocurrió con el Hotel Alvear, les debían mucho dinero y nadie hizo nada", agregó.
"En mi rubro, por ejemplo, en febrero compro invierno, y tengo que pagarlo en marzo o abril con cheques, y vendo recién en junio, cuando hace frío. Necesito el apoyo del banco, en otras épocas había créditos más flexibles; hoy se está hablando de más de un 30 % anual. Esto `te mata`, no llegás a comprar. Me ha pasado golpear la puerta del banco para pedir un crédito para pagar los sueldos o un impuesto. Salís al paso confiado de que todo va a salir bien y te encontrás con otro tipo de situación y no queda otra que recurrir al banco", apuntó Bejar.
A su vez, el comerciante se quejó por la situación de "ilegalidad" que se observa con los vendedores ambulantes y puso como ejemplo: "Uno entra a la peatonal y se encuentra con una enorme verdulería. Dicen que hace 17 años que están ahí, pero 17 años en la ilegalidad, no los convierte su situación en legal".
Respecto de la "mudanza" del centro a otras zonas comerciales de la ciudad, aseveró: "Mudarnos del centro a otro lugar, con gran paso de gente pero más alejado, tiene que ver con que en el centro ya no se podía estar por el tránsito y muchos otros factores. Hay restricción de consumo porque la gente está preocupada y hay poco dinero en la calle".
"Hay muchos insumos de los productos que vendo que están dolarizados y las sucesivas devaluaciones que ha habido pasan a mis costos y a lo que paga el consumidor. Eso sumado a que en el mercado no hay dinero, el tema de las tarjetas no sirve a esta situación, es necesario recrearse", insistió Atelman.
"La despensa y el mercadito del barrio que en 2001 le dio una mano al vecino, porque no se podía comprar en el supermercado con los bonos, y ayudó a la economía familia con el fiado, todavía sigue trabajando, está haciendo el aguante porque sabe que este contexto y sueldo que está desdibujado va a tener que reacomodarse. También el comerciante va a tener que reacomodarse a los nuevos paradigmas de trabajo", consideró.
Y agregó: "en Paraná hay nuevos centros urbanos de comercio, en otras zonas que no son céntricas. Si bien es positivo, el mercado inmobiliario debería apuntar a una peatonal poderosa, en la que todos puedan trabajar y también fortalecer los barrios para que haya en toda la ciudad polos de generación de empleo".
Manifestó además que "la provincia podría hacer un esfuerzo de declarar la emergencia".
Lalo Foncea cerró el debate de este martes, asegurando: "Estamos en tiempos difíciles, tenemos que reinventarnos, algo que los argentinos sabemos y mucho".