En las calles de Nantes, los participantes lanzaron botellas y piedras contra los agentes y realizaron otros actos vandálicos, desde romper los vidrios de establecimientos y paradas de autobuses hasta dañar las cámaras de vigilancia urbana. Esta situación se repitió en Marsella, en donde las autoridades utilizaron gas lacrimógeno.
Se estima que entre 170.000 y 500.000 de personas participan en las manifestaciones que tienen lugar en todo el país, informa 'Le Monde'.