Aunque todavía sigue haciendo campañas publicitarias, ya no le dedica tanto tiempo al cuidado de su cuerpo como lo hacía antes: "Ya no dispongo de tres horas para ir al gimnasio. Hoy hago solo gym localizada con una personal trainer que viene a mi casa dos veces por semana".
Desde hace varias temporadas, trabaja como conductora del programa Gracias por venir, gracias por estar junto a Gerardo Rozín los sábados por Telefe: "Gerardo es un hombre muy intenso y yo siempre quiero más, soy muy autoexigente, así que nos complementamos muy bien. Con este proyecto siento que hice un master. Y también tenemos muchas cosas en común: somos muy cabuleros. Por ejemplo, cada vez que pasa por mi camarín, golpea la puerta y me dice '¿Julieta Prandi estás desnuda?'. Y yo le contesto cada sábado que no. 'Entonces me voy', me responde. Nunca falla".
También, explicó que se queda con una fuerte carga emocional cuando finaliza cada programa: "Quedo afectada un rato, es muy fuerte. Cuando llego a casa, Mateo (su hijo) me está esperando con Lore, su niñera o mi marido, paso el umbral, lo veo y ya soy mamá. Hago miles de actividades con el gordo. No puedo verlo nunca aburrido, soy como una maestra jardinera. Jugamos a los superhéroes, él es siempre el Capitán América o Batman".
Además, destacó que siempre se preocupa por estudiar a cada uno de los invitados a los que homenajean: "Requiere de mucha concentración previa. Durante la semana nos brindan información de archivo y el viernes es mi día de estudio. Me la paso leyendo biografías del personaje y si viene un actor conocido, miro todas las películas. Cuando nos visitó Norma Aleandro por ejemplo estudié un mes entero".