Torneo internacional de softbol lento reunió a 15 equipos en Talleres

Paraná fue sede, una vez más, del torneo internacional de softbol lento, que en su cuarta edición convocó a 15 equipos de distintas partes del país y del Uruguay. El evento tuvo como sede principal el predio Toribio Ortiz del Club Talleres, aunque también se jugaron partidos en otras tres canchas de la ciudad.

El director del torneo, Pedro Alcaín, destacó la importancia de este tipo de encuentros para la difusión de una disciplina que ha dado frutos a nivel nacional, pero que aún no tiene gran visibilidad en los medios. “Es un gusto y un honor que nos entrevisten, porque necesitamos de la difusión de este deporte que ha dado muchos logros a Argentina, pero que no es masivo”, expresó durante la entrevista.

A pesar de una ligera llovizna en la mañana del sábado, el clima acompañó el resto del fin de semana, permitiendo que los partidos se desarrollaran con normalidad. “Por suerte el tiempo nos está acompañando”, aseguró Alcaín, al hacer un balance positivo del primer día de competencia.

Tradición, inclusión y buena onda

El torneo internacional de softbol lento se jugó en cuatro sedes: el Club Estudiantes, el Estadio Mundialista, Sol Play y Talleres, que fue la organizadora principal del evento. Allí se vivió el acto inaugural con la presencia de autoridades locales, la banda de la policía y representantes de todos los equipos presentes. “Se hizo el acto de lanzamiento de pelota que se estila en los campeonatos de softbol”, detalló Alcaín.

Una de las categorías más destacadas del torneo fue la “+45”, conformada por exjugadores mayores de 45 años que vuelven a la cancha por amor al deporte. Esta categoría permite fomentar el reencuentro entre jugadores históricos y darle un carácter más inclusivo y recreativo al torneo.

Uno de los equipos invitados fue el de Montevideo, Uruguay, cuya participación reafirma el carácter internacional del evento. Ray Pinto, delegado del equipo, elogió la organización y el clima que se vive en Paraná: “La verdad, un lindo ambiente. Talleres es nuestra familia, siempre estamos dispuestos a participar”.

Más que un torneo: un proyecto con futuro

Además del aspecto deportivo, el torneo internacional de softbol lento también tiene un objetivo solidario y edilicio. La organización montó una cantina y puestos de venta cuyos fondos se destinarán a mejorar las instalaciones del club anfitrión. “Los objetivos son edilicios respecto al club, mejorar las instalaciones, lo que más podamos”, afirmó Alcaín.

Una de las prioridades es mantener en condiciones el campo de juego, cuya preparación tiene un alto costo. “Hay que moler el ladrillo, hay que tamizarlo y todo eso tiene un costo grande”, detalló el organizador.

El evento culminó el domingo, dejando un saldo altamente positivo tanto en lo deportivo como en lo humano. “Cada vez que tenemos la posibilidad estamos acá con ellos. Son excelentes anfitriones”, cerró Pinto, en una frase que resume el espíritu del torneo: competencia, amistad y crecimiento colectivo.