La estación espacial se precipitó en el Pacífico sur y, según informó un comunicado de la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China, "la mayoría de los dispositivos del módulo fueron destruidos" tras el contacto con la atmósfera.
En primera instancia, su caída se había estimado frente a la costas de Sao Paulo en Brasil. Sin embargo, la nave se estrelló media hora antes de lo previsto a miles de kilómetros al noreste de Nueva Zelanda.
El Tiangong-1, cuyo nombre significa "palacio celestial", fue puesto en órbita a fines del 2011 con el objetivo de dar un paso importante en el programa espacial chino.
Su laboratorio acogió dos misiones tripuladas en 2012 y 2013. A finales de 2016, cuando las autoridades chinas ya habían perdido el control sobre la nave y sus comunicaciones, se lanzó un segundo módulo, el Tiangong-2, que sigue operativo.