Los papás relataron que había sido mordido por un perro. Al examinarlo, los médicos se dieron cuenta que el menor presentaba otras lesiones compatibles con maltrato infantil. El niño tenía signos de deshidratación, marcas y golpes.
Y lo más dramático fue que las mordidas que tenía en la mano eran tan graves que debieron amputarle el miembro. Los profesionales habrían determinado que la mordedura no sería de un perro.
Verónica Petri, subdirectora del Hospital de Niños, dijo a El Doce que el paciente tuvo una complicación y se le tuvo que amputar la mano. “Llegó acompañado de su mamá. Dijo que era la mordedura de un perro. Eso está bajo investigación”, indicó la profesional.
Consultada sobre si presentaba otros golpes, la mujer expresó que no. “Siempre que hay una lesión la evolución se va controlando. Cuando se va a curación, no tuvo una buena evolución, y se amputó la mano”, expresó.