Sociedad Los datos de Criminalística

Los fármacos que encuentran en las muestras de cocaína incautada en Entre Ríos

“Lo que intentan, es tener sustancias de polvo blanco de características similares al tacto y al sabor o que generen cierta sensación, como que se adormezca la lengua”, explican desde el laboratorio de Criminalística.
“Lo que intentan es tener sustancias de polvo blanco de características similares al tacto y al sabor o que generen cierta sensación, como que se adormezca la lengua”, explica la jefa de la División Química Forense y Toxicología de la Policía de Entre Ríos, María Silvina Gastiazoro, sobre los distintos fármacos que encuentran al analizar las muestras de cocaína incautada en distintos procedimientos en Entre Ríos. “Las adulteraciones que se ven acá de la cocaína, por ejemplo, es con antiparasitarios, el que se una mucho es el levamisol. También cafeína y manitol, que es un azúcar”, contó la comisario inspectora a cargo del área que pertenece a la Dirección Criminalística.
“Cortar”
Se trata de las sustancias que se encuentran en la gran mayoría de la cocaína que se incauta en todo el mundo, ya que estirar o cortar es una práctica histórica en el mercado de drogas para la multiplicación de ganancias y para la variación de su calidad y precio según el bolsillo del cliente-consumidor.

Gastiazoro aclara que, al igual que en el resto del país “el fentanilo acá no se ha detectado nunca”. Se trata del opioide que, según se sospecha, fue mezclado con la cocaína vendida a las personas que murieron o sufrieron afecciones en el Partido de San Martín, Buenos Aires.
Qué es
“Se usa para determinados procesos anestésicos donde el anestesista que lo usa tiene que realizar todo un protocolo para utilizarlo. Se usa quirúrgicamente pero bajo determinadas condiciones”, dijo Gastiazoro y aclaró que su uso ilegal como sustancia de estiramiento de la cocaína no es para cualquiera: “Debería ser alguien con conocimiento de química que lo pueda intentar hacer en forma casera, pero tiene que tener conocimientos de química”.
Respecto de las distintas sustancias halladas en su experiencia en el laboratorio policial, la bioquímica recordó: “Hubo una época que hasta picaban el vidrio de los tubos fluorescentes, que era totalmente tóxico, producía mucho daño”, y refirió que “ahora no se usa tanto”.
Los instrumentos
Sobre el instrumental que cuenta la provincia para estos estudios, Gastiazoro indicó: “Tenemos un Cromatógrafo Gaseoso asociado a un Espectrómetro de Masas, con el que se pueden hacer todas las determinaciones de la investigación de sustancias como cocaína y marihuana en distintos tipos de muestras. Acá analizamos todo lo que tiene que ver con eventos criminalísticos y hemos analizado de todo tipo de drogas”, dijo a Uno.

No obstante, en estos momentos, la Policía no está analizando las drogas incautadas en los procedimientos por narcomenudeo porque se está a la espera de la compra de otro equipo, ya que con el que cuentan ahora en el laboratorio se usa para química forense, y las muestras de narcomenudeo, pueden contaminar las muestras extraídas de material biológico (sangre, tejidos, material obtenido de autopsias).
La policía ya llamó a licitación para la adquisición del nuevo Cromatógrafo Gaseoso con Espectrómetro de Masas, que se utilizará exclusivamente para las causas de narcomenuedo.
“Llega muy adulterada”
La “pureza” de las drogas incautadas es otro punto que analizan en el laboratorio. Para ello, deben contar con una muestra testigo, que se adquiere con autorización de Anmat. El cromatógrafo, explica Gastiazoro, “compara los datos con bibliotecas espectrales internas que tiene el equipo y para cuantificar compara el espectro obtenido con el testigo, calculándose la concentración.
Claro que, además, los bioquímicos y técnicos que trabajan en el laboratorio pesan cada muestra, relacionan y hacen los cálculos correspondientes para llegar a una cifra precisa.

“Las muestras secuestradas en general no poseen un 100% de la droga investigada, siempre cuando llega al consumidor ha sido muy adulterada”, afirma la jefa de la División Química Forense y Toxicología.
“La técnica principal para este análisis es la cromatografía gaseosa, pero también es muy importante la microscopía infrarroja para determinar otra clase de adulterantes que se suelen destruir a las temperaturas elevadas que alcanza el cromatógrafo”, agrega la bioquímica.

El laboratorio de criminalístico está conformado por un equipo de 21 personas, la mayoría de ellas profesionales (bioquímicos, licenciados en criminalística, biotecnología, bioingeniería, investigación criminal, biodiversidad y personal técnico. Además, entre los bioquímicos cuentan con una especialista en toxicología.
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