Sociedad Rosario

Tuvieron que romper la cocina de una casa para reparar fuga en un acueducto

Obreros tuvieron que realizar un pozo de más de dos metros de profundidad en el medio de la cocina de una vivienda irregular, cercana a las vías del ferrocarril, para poder acceder hasta el tramo que presentaba la importante pérdida.
Una fuga en un acueducto de Aguas Santafesinas provocó ayer una escena muy llamativa en la zona sur de la ciudad de Rosario. Es que obreros de la empresa tuvieron que realizar un pozo de más de dos metros de profundidad en el medio de la cocina de una vivienda irregular, cercana a las vías del ferrocarril, para poder acceder hasta el tramo que presentaba la importante pérdida. Luego de una extensa jornada de trabajos de reparación, el inconveniente fue superado, la impactante excavación se tapó y la familia podrá desde hoy recomponer sus actividades habituales dentro de su hogar.

La imagen se transformó en un foco de atracción para todos los vecinos de Pineda al 6400, y también para la comunidad en general, a través de curiosas postales que se multiplicaron por las redes sociales. Lo cierto es que ver a más de seis obreros trabajando, con barro hasta las rodillas, dentro de un domicilio particular, fue bastante extraño.

Incluso la familia tuvo que sacar la mesa y las sillas del comedor y los electrodomésticos más importantes de la cocina al exterior de la vivienda para facilitar las tareas de los empleados de Aguas Santafesinas.

"Nos llegó un reclamo por una fuga en un domicilio, que tenía que ver con un acueducto que lleva agua a Villa Gobernador Gálvez. Se trata del Flamarión 1, que se construyó en la década del 60 y presentaba una pérdida", explicó Guillermo Lanfranco, responsable de comunicación de la empresa.

Y precisó: "Cuando localizamos la pérdida, vimos que sobre la traza de este acueducto estaba una vivienda, que estaba construida en terrenos ferroviarios".

En ese sentido, Lanfranco recordó que "había un acuerdo con las autoridades de ferrocarriles para liberar la traza pero después, con el paso del tiempo, se construyeron viviendas, y el paso del acueducto quedó por abajo de esas viviendas".

"Al localizar la pérdida, tuvimos que hacer una excavación en la cocina de la vivienda. Por suerte, la reparación hidráulica ya está terminada, y en las últimas horas de la tarde se rellenó, y se volvió a hacer una losa", apuntó.

Sobre la necesidad de ubicar una tapa de inspección en ese lugar, aclaró que "no hace falta porque no hay llave, y tampoco hay válvula, sólo hubo una pérdida en un tramo de caño. En esos casos se repara, y se tapa. Y la tierra ayuda al caño a tener más resistencia estructural".

"La particularidad de este episodio es que el acueducto se tendió cuando no había nada arriba, porque eran terrenos ferroviarios. Y después aparecieron este tipo de viviendas de condición absolutamente irregular. Ellos mismos lo reconocieron", confió Lanfranco.

Este hecho se vivió a pocos metros de las vías del ferrocarril. "Por suerte no hubo que lamentar lesionados, ni nada por el estilo. Sólo hubo una extraña rotura, que ya se reparó", subrayó el gerente de comunicación. (La Capital )
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