
Tras la descompensación de Thomsen, se reanudó la lectura del veredicto.
Las condenas
Minutos después de las 13.23, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron en un fallo unánime que Máximo Thomsen es uno de los cinco “coautores” del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Benicelli, Luciano Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por homicidio premeditación y alevosía en concurso real con lesiones leves.
Por su parte, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años como partícipes secundarios del mismo delito.
Asimismo, el tribunal ordenó este mediodía que se investiguen a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo por los delitos de falso testimonio, tal como había sido solicitado la fiscalía.

El grito de la mamá de Thomsen
La mamá de Máximo Thomsen gritó "esto es una mentira" cuando escuchó del Tribunal que su hijo y otros cuatro rugbiers eran condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa."Esto es una mentira, echen a los periodistas, no me importa más nada", expresó Rosalía Zárate al tiempo que era abrazada por otro de sus hijos. Ante esta situación, la sala se desalojó rápidamente para terminar de leer el veredicto ya sin público y luego de conocer que el Tribunal impuso cinco penas con prisión perpetua por homicidio doblemente agravado por alevosía y premeditación y 15 años para Lucas Pertossi, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz.

Quién es y qué hizo Máximo Thomsen

-El joven practicó rugby a lo largo de toda su infancia en el Arsenal Zárate. Pero en 2017 se unió al Club Atlético de San Isidro (CASI), que actualmente lo suspendió.
-Desde el equipo aseguran que el joven nunca se “integró”.
-Es señalado por la Justicia como el acusado que le dio la patada mortal a Fernando el 18 de enero de 2020, a la salida del boliche de Villa Gesell.
-Una de las pruebas que incriminaban a Thomsen es una zapatilla de lona negra manchada con la sangre de la víctima que le pertenecía. La encontraron en la casa que los rugbiers habían alquilado en la costa.

-Thomsen se negó a someterse a las pericias psicológicas y psiquiátricas solicitadas por la querella y la fiscalía. “Ya violaron muchas cosas privadas mías y no quiero que vuelva a pasar”, justificó.
-Thomsen rompió el silencio por primera vez en el juicio: “Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien”.