La integrante de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar manifestó que la joven madre de 35 años, oriunda de Quimilí, según el recorrido de la bala, fue “ejecutada mientras estaba sentada”.
Indicó al diario El Liberal que “la joven mujer tiene una sola herida de bala, debajo del pecho derecho, la cual ingresó por debajo de la clavícula, recorrió hasta sus pulmones, los perforó lo que le generó un neumotórax. Con orificio de salida en la espalda”.
Explicó que el disparo “fue realizado a más de cincuenta centímetros de distancia, de arriba hacia abajo”, por lo que sostienen que ella estaba sentada en la cama al momento de ser atacada por su pareja, con quien -según el relato de su hija- habían discutido en la tarde noche, cerca de las 20.
Sobre el cadáver del efectivo de la policía, el informe forense indicó que: “también presenta un solo disparo, a quemarropas. Se apoyó el arma en el tórax izquierdo y se efectuó el tiro a la altura del corazón”.
Aclaró que: “Ninguno de los dos tienen lesiones en su cuerpo, ni actuales (es decir provocadas durante la supuesta discusión) ni anteriores. Tampoco hay lesiones compatibles con resistencia, o defensa”.
Gallo sostuvo que ahora espera el resultado de las pericias realizadas en la pistola 9 milímetros del oficial Ibáñez Arce hasta el momento no fueron informadas. Las huella digitales que se encuentren también serán determinantes.
Entre otras evidencias que falta recibir, explicó que en los próximos días los peritos informáticos realizaran la apertura de los teléfonos celulares secuestrados en el interior de la habitación, escenario del aberrante crimen.