Policiales El caso de Oro Verde llegará a juicio

Aberrantes abusos a hermanitos: Rechazaron prescripción y juzgarán a imputados

Según la acusación, los niños comenzaron a ser abusados por su madre, abuelos y el tío con su novio en Oro Verde. Luego los ofrecían a "invitados". El Tribunal de Juicio y Apelaciones confirmó la remisión de la causa a debate.
La causa que investiga a diez personas por supuestos abusos en ritos, ocurridos hace casi una década en Oro Verde, y que tuvo como víctimas a tres hermanitos, dos niñas y un nene, menores de edad, se dirimirá en un juicio oral.

El Tribunal de Juicio y Apelaciones rechazó el pedido de prescripción que realizó la defensa de una imputada y confirmó la remisión de la causa a debate.

Los jueces Alejandro Grippo, Gustavo Pimentel y Gervasio Labriola, resolvieron "rechazar el recurso de apelación interpuesto por la defensa, y confirmar el auto de elevación a juicio, dictado en fecha 28 de septiembre de 2020" cuando el juez de Transición Nº2, Gustavo Maldonado, resolvió rechazar la oposición a la elevación de la causa a juicio, rechazar los pedidos de sobreseimiento y elevar la causa a juicio. Se trata de la defensa de una imputada en la causa que investiga a diez personas, entre ellos un comisario general retirado de la Policía de Entre Ríos, por el supuesto delito de Abuso sexual con acceso carnal agravado, presuntamente ocurridos en la localidad de Oro Verde.

Cronología
La causa comenzó a investigarse en julio de 2013. La Cámara Gesell es la prueba central de la investigación que se sustancia para determinar la responsabilidad que le cabría a los abuelos maternos, la madre, el tío y la pareja hombre de éste, en los abusos sexuales que habría sufrido un niño, que tenía 5 años cuando habrían comenzado los hechos, y dos niñas que tenían 4 y 5 años.

Según la evidencia que se pudo recabar en el expediente, los tres hermanos fueron sometidos a gravísimos vejámenes durante prolongados períodos. El varón, según precisaron fuentes judiciales, habría sido abusado durante el período comprendido entre 2005 y 2011; su hermana menor, en el período 2006-2011; y la más chica, en el período comprendido entre 2009 y 2011.

Abusos y amenazas
En su resolución, los jueces Grippo, Pimentel y Labriola, sostuvieron que consideran que "el planteo de prescripción interesado por los recurrentes, resulta, al menos, prematuro en esta instancia procesal, debiendo rechazarse el mismo en el Juicio Oral, y, en su caso, reeditarse en la instancia final del mismo el planteo que hoy se pretende".

Entre los detalles que se conocieron a partir de la resolución se destaca que las acusaciones señalaron que una hermana de las supuestas víctimas, en una declaración en 2016, mencionó ante la defensora Susana Carnero, que el varón "continuaba contando episodios sexuales, que no había contado con anterioridad"; además relató que "los niños pueden contar al no tener más contacto con los victimarios" y que al estar resguardados de la familia materna se sintieron contenidos "pues el joven era amenazado por la familia materna".

Las acusaciones resaltaron que "las profesionales que intervinieron por Copnaf dan cuenta de los abusos y amenazas que los niños recibían para callarlos; los nuevos informes dan cuenta de las violaciones de prohibición de acercamiento por parte de la madre y el comisario general retirado, todo con el fin de saber si los niños habían hablado o no; el informe de Copnaf da cuenta de que una de las niñas recibía amenazas del comisario; las constancias recolectadas en los allanamientos y secuestros donde se observan documentos de Word, denominados 'respuestas a las acusaciones', los que fueron encontrados en el departamento del que es propietaria la imputada y dan acabada cuenta de un plan de silencio y de cómo afrontar la causa judicial con una coartada común por parte de todos los imputados, implicando al grupo familiar, a la sociedad de Oro Verde e incluso a la cúpula policial, con pluralidad de víctimas, victimarios y pactos de silencio que tornan de plena aplicación la doctrina 'Ilarraz'", publica El Diario.
Una causa demorada
Cabe recordar que esta causa por abusos contra menores en Oro Verde había sido desechada por la Justicia provincial y la rescató la fiscal Laura Cattáneo. Para la Fiscalía, se trata de un caso en el que "no hay dudas de la culpabilidad de los imputados".
Foto: La fiscal Cattáneo rescató la causa

En diciembre pasado, tras casi seis años desde la primera denuncia en 2013, el Tribunal de la Sala Nº2 de la justicia de Paraná, integrado por Gustavo Pimentel, Gervasio Labriola y Alejandro Grippo confirmó los procesamientos de todos los imputados.

En los relatos en Cámaras Gesell, las víctimas empezaron a nombrar a los acusados por sus apodos. A raíz de un trabajo de largo tiempo, la fiscalía logró avanzar en los testimonios hasta identificar con nombre y apellido a los 11 acusados. Esos datos de identidad fueron confirmados en varias ruedas de reconocimiento, en distintas etapas de la investigación judicial, de la que participaron las víctimas.

Además de la madre, una tía, un tío, y el abuelo materno, entre los 11 procesados se encuentra Mario René Wolff Furlong, un comisario general hoy retirado de la Policía de Entre Ríos pero en funciones durante la época en la que habría cometido los abusos.

El año pasado, durante el programa El Ventilador de Elonce TV, el periodista Néstos Bellini contó algunos pormenores del enramado judicial y puso de relieve que "la causa estuvo raramente mucho tiempo parada".
Más detalles del caso
Una madre y los abuelos maternos de cuatro hermanos abusaban sexualmente y vendían a los menores para ser usados en rituales sexuales. Hay 11 personas procesadas. Entre ellos un comisario retirado de la Policía de Entre Ríos, Maro René Wolf Furlong; un locutor de Gualeguaychú; y varios integrantes de la familia materna.

Según consta en la investigación judicial que llevó adelante la fiscal Laura Cattáneo, los hechos habrían ocurrido entre 2005 y 2011, época en la que dos de cuatro hermanos fueron abusados y violados tanto por el círculo más cercado de su familia materna, incluyendo su madre, como por personas vinculadas a la familia que terminaron convirtiéndose en clientes de la red de prostitución infantil.


Para la fiscalía, se trata de un caso en el que "no hay dudas de la culpabilidad de los imputados". "No hay antecedente en Paraná con tantos hechos, con tantos imputados, con hechos tan graves. La mayoría de los imputados sin dudas deben ser condenados. Hay mucha prueba de cargo", dijo a la fiscal Laura Cattaneo.
La defensa de Wolff Furlong
El abogado Guillermo Mulet, defensor de Wolff Furlong, había dicho: "Estoy ansioso por ir al juicio para demostrar la inocencia de mi cliente. Como abogado defiendo a acusados por delitos sexuales sólo cuando estoy convencido de la inocencia, como en este caso", enfatizó.

"Los chicos llegan a denunciar porque supuestamente, comentan los abusos que sufrían por parte de la madre y el grupo familiar por línea materna. Cualquier persona vinculada a la madre, hermana, cuñado, amigo, cualquiera que estuviera vinculado a la madre de alguna manera, está acusado. Pero Mario Furlong es metido en la causa dos años después de las Cámaras Gesell y, en teoría, ingresa por comentarios que habrían hecho los menores en el marco de un conflicto familiar con el padre de los menores. Lo mencionan como Mario y lo identifican después porque supuestamente uno de los chicos dibujó una picana. Yo digo que si Mario Furlong hubiese sido costurero hubiesen dibujado una máquina de coser", ironizó Mulet.

Además, argumentó que "en casos de penetración a niños hay secuelas, hay lesiones, marcas que quedan, propias de un abuso sexual, que en este caso no se dan. Y si se hubieran dado, es imposible que el padre, el abuelo, no hubieran conocido estas circunstancias".
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